𝗹𝗶𝘁𝘁𝗹𝗲 𝗱𝗲𝗮𝘁𝗵 : Hajime Kokonoi.

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📎﹒﹠﹐☆★﹒" hazme sentir que respiro, sentir que soy humano."

La provocación suele ser la principal causante de esos momentos llenos de sed y lujuria

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La provocación suele ser la principal causante de esos momentos llenos de sed y lujuria. Aquellas miradas, los suaves toques y las palabras capaces de causar un éxtasis momentáneo en una persona.

Aunque se conocieran por mera casualidad, las sucias miradas se podian notar desde cualquier ángulo. Kokonoi conoció a Meiko por medio del mundo ilicito. Era amiga de unos amigos, medianamente cercana a los integrantes de la Tokyo Manji. Ella adoraba ese mundo, lograba ver lo bello en la violencia y lo disfrutaba, ese gusto por el peligro había estado presente en su corazón desde siempre... Y por eso le encantaba tanto observar a las pupilas del chico. El le parecia realmente especial, y las ganas de jugar con su cabello solian ganarle cada noche. Cada vez que podia, le regalaba miradas que podian dejar en claro todo lo que anhelaba, y por el lado de Hajime, era igual. Le parecia tan preciosa como la nieve, era delicada, y aun asi, ccreia que podia hacer de el un niño debil que simplemente hace lo que le piden.

Ahora se encontraron en el departamento de ella, antes habían estado en una pequeña reunión entre pandillas, en donde se juntaron, hablaron y coquetearon sin quererlo. Asi fue como Tomori se decidió por invitarlo y surgir a algo más, dejar las insinuacines de lado y hacer lo que ambos desean desde hace tanto tiempo. La oscuridad abundaba y se sentía como si les abrazara, sus respiraciones se combinaban y esa era razón suficiente como para acortar la distancia que tanto molestaba ya.

Ella estaba deseando tanto jugar con su cabello mientras pasaba sus manos en todo lo que podia, su respiracion se agitaba con solo pensar en como se escucharia la mezcla de sus voces al unisono, como si de un canto se tratara. Su boca se abrió e intentaba controlarse, poco sirvio puesto que Koko no lo soporto mas comenza a besar sus labios con fuerza. Era un beso agresivo, que les encantaba a los dos, era como si una lluvia de ardiente deseo les estuviera invadiendo, sentian el calor de sus lenguas bailando como si ya nada más importante, centrándose en lo suyo y en lo mucho que querian disfrutar este momento Lo único que se podía escuchar eran sus leves susurros y el sonido de los autos que pasaban por la carretera, creaban su propio escenario, en el que eran dos actores que no querían que se bajara el telón y acabaría con ello.

Meiko sentia unas ganas inmensas por morder sus labios hasta que se volvieran purpuras como una ciruela, sentian el fruto del frenesi dentro crecer y fuera de ellos, sonreian al sentir el tacto del otro, construian su propio castillo de deleites. De un momento a otro el chico sintio como con fuerzas le acorralo en el sofá, sintiéndose intimidado por la presencia de ella sujetándose por sus piernas. Termino por sentarse a horcajadas sobre el para volver a besarle con fulgor, sentia el agua de sus bocas mezclarse y provocar un escalofrio por todo su cuerpo acompañar a sus palmas tocando su pecho. El puso sus manos en su cintura y acaricio con suavidad, sintio sus narices rozar y las ganas de seguir le cegaron.

Se cansaron de aquella posición y quien ahora estaba arriba era Hajime, disfrutaba al sentir los brazos de la chica rodeando su cuello, y ahora se aproximaba a comenzar a besar su cuello. Sus besos siguieron siendo agresivos, el bajaba con intensidad hasta llegar a sus muslos. Mordió uno de ellos mientras con una mano separaba sus piernas, ella jadeo y ese sonidito tan exitante sirvio como invitación a seguir haciéndolo. Tomori comenzaba a sentir sus prendas estorbar, levanto la cabeza del chico y comenzo a desabrochar su camisa. El se volvio al rostro de ella y comenzo a besar sus labios nuevamente, ella levanto sus brazos para darle paso a que quitara su camiseta. Koko obedecio y al por fin quitarla la dejo en un lugar cualquiera, poco le importaba.

La luz de las estrellas les acompañaba como espectadores disfrutando de una pelicula llena de pasión, la simple acción de observar la pupila del otro hacia que un escalofróo tibio entrara en ellos y les provocara a tocar mas alló. Giraban y giraban, sin embargo ya no aguantaron más y la calentura del momento se les subió a la cabeza y el cuerpo de ninguno daba para más, necesitaban sentirse ya. Koko noto su erección y puso manos a la obra, entre toqueteos termino posando sus dedos en la intimidad de la chica y acarició de arriba a abajo con dos dedos por encima de su ropa interior. Sintio su humedad y su toque provoco jadeos de parte de Tomori, ella mordia sus labios impidiendo maldecir, y observo a Hajime como si le diera el permiso de hacer lo que el quisiera con ella, de tratarla como su muñequita de trapo personal.

El comenzó a besar su pecho mientras sus dedos se ocupaban de tocar más alla de la tela, siguió masajeando, sin tardar en encontrar el botoncito de placer de ella. Los movimientos de Kokonoi eran extasiantes, a pesar de a penas comenzar con aquella noche tan vivida. Ella se enredaba en sus cabellos, cerraba los ojos para disfrutar más de su tacto. En un momento el quito su mano del lugar, volvió a observarla y enseño sus dedos ya manchados por sus jugos, ella sonrió y el correspondió, pudo notar el bulto que saludaba entre su pantalón, haciendo que volviera a temblar por sus deseos más impuros. No lo soporto más y direcciono sus manos al cierre de este, lo desabrocho y Hajime acabo con la tarea. Quito sus pantalones y le dio el paso a ella para que bajara su ropa interior,

- Mierda, ¿Tienes condones? - Koko recordo y menciono preocupó, en cuanto estaba a punto de empezar su sesión especial con Meiko. - Ah... carajo, sí, ya vengo. - Ella se levanto del sofa y camino hacia el baño del departamento. La ereccion comenzaba a doler y Kokonoi, sin poder más comezo a masajear su falo, paro de inmediato al ver a la chica volver con más de un sobre de condones... Al parecer seria una noche bastante larga.

- ¿Comienzas sin mi? - Ella se acerco con suavidad a el, acaricio su rostro y se sento a horcajadas sobre sus piernas. El le recibio con un beso igual de fogoso que los anteriores, sintio el toque de su falda aun puesta, que subia y bajaba entre los movimientos que hacia antes de comenzar con la accion. Hajime posiciono sus manos en la espalda de la joven para quitar su sosten, la vista era bella por donde se le viese, el poder tocar tan suave lugar le exitaba cada segundo que pasaba mas. Acariciaba la zona en lo que ella abria un sobrecito, se corria unos centimetros para ponerlo sobre su pene erecto y besaba su clavicula. Se levanto un poco y dejo que Kokonoi pusiera las manos en su cadera para finalmente bajar. Ambos gimieron sin verguenzas, como si fueran amantes de milenios y tuvieran la oportunidad de escucharse cada noche.

Meiko le abrazaba por el cuello sin cesar sus gemidos, tiraba su cabeza hacia atrás dandole la bienvenida a los humedos besos de Hajime entre sus senos. Mordia y marcaba sin parar, a ambos les encantaba lo que sentian, ese calido momento que compartian comenzaba a parecer algun poema romantico de la epoca victoriana, uno que representa en su total belleza lo precioso de la lujuria, a pesar de ser considerado un pecado. . Sus mentes se aclaraban, y dejaban de ver la lujuria como un pecado, ahora le veian como unos minutos de luz y salvación, el toque humano se convertia en una pintura surrealista, al cerrar los ojos veian unicamente formas y colores con un significado oculto, como si se tratara de una obra Wassily Kandinsky.

Entre sensaciones ambos llegaron al punto final de su extasis y cayeron cansados, sin embargo sus caricias no cesaban, sentian que se ahogarian en un profundo y peligroso mar si se separaban del calor corporal del otro, creian que volvian en el tiempo y se transformaban en las pequeñas versiones de ellos mismos, coomo si necesitaran un abrazo sincero para no sentirse solos. En estos momentos se necesitaban, y no podian evitarlo... No querian evitarlo, en realidad, les encantaba necesitarse, adoraban el sentimiento abrumador de no dejar querer los brazos del otro.

Era como si se encontraran atrapados en una especia de manto magico que les obligaba a juntarse como un mismo ser, ahora se abrazaban, eran capaces de escuchar la respiracion agitada del otro, sentian en su pecho los latidos de su corazon y se sentian como una caricia, el sentir de sus pieles rozandose era como una explosión en sus mentes, y entre esta, como si se tratara de un gran choque y les golpeara, terminaron durmiendose, entrelazando sus dedos y probablemente soñando lo mismo que el otro.

esta cortito pero no se escribe estas picardias

، ‹ 𝘈 𝘋𝘳𝘦𝘢𝘮 | 𝐓𝐑 one shots y hc. : 英 🕷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora