you right [Tokyo Revengers]

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No quise molestar a Chifuyu con miles de mensajes, ni llamadas, porque en cierto punto él tenía razón.

Pero al yo no mandarle mensajes, él tampoco lo hizo.

Así que pasamos de los dos días, a las dos semanas... Y luego a los dos meses sin hablarnos.

—Nana... —Llamó papá. —¿Necesitas algo, hija?

—Estoy bien, gracias. —Susurré abrazando mi peluche de jirafa, Chifuyu la había ganado en la feria para mí tiempo atrás.

Él se acercó a mi, se sentó al borde de mi cama, y luego suspiró.

—Sé que... es el primer chico que te gustaba... Pero no te sientas mal, ya llegarán otros chicos, eres preciosa, claro que te llegarán más.

—Lo dices como si fuera fácil.

—Yo sé que no. —Murmuró. —En el pasado, yo también tuve mi primer amor... Pero ella era de la alta sociedad, y yo en esos entonces era un cajero de Oxxo. No siempre fui el empresario que todos conocen... Ella y yo... siempre estábamos juntos, nos queríamos demasiado y bueno... también surgieron peleas, debido a que yo pensaba que era muy poca cosa para ella, así que terminamos.

—¿Y luego qué pasó?

—Conocí a tu madre.

—¡Eso es mentira! —Exclamó ella. —Yo era esa chica que lo conoció siendo cajero en el oxxo.

Miré con sorpresa a papá y sonrió.

—Digamos que pudimos reconciliarnos, y sorprendentemente sus padres me aceptaron muy fácilmente. Así que formalizamos nuestro noviazgo, y tiempo después ella quedó embarazada de Wakasa, así que tuvimos que casarnos.

—¡Si vas a estar de chismoso al menos cuéntale bien! —Exclamó ella dándole un suave empujón.

—Bien, bien, cálmate. —Se rió papá dejándose caer en la cama, mientras mamá seguía dándole golpesitos.

¿Debería buscar a Chifuyu?

—¡Nana, ya te trajimos al chacal! —Exclamó Rindo entrando junto a los demás.

—¡¿Qué les pasa?! —Exclamó mamá levantándose junto a papá.

Ran tenía una bolsa de papas en el hombro, y sin decir nada lo lanzó a la cama. La bolsa comenzó a moverse y la abrí descubriendo que ahí estaba Chifuyu.

—¿¡Chifuyu!?

—¡Esos idiotas... me acorralaron, hablaron conmigo y cuando vieron que no coopere me metieron en esa cochina bolsa!

—Ay, no fue para tanto.

—Equis, eso no es lo que se necesita. Señores, dejemos hablar a estos dos niñitos. —Dijo Inui.