BLACK MAGIC [SUPERCORP]

TREATS ON PAPER

— Samantha me ha prometido más que tú, ¿qué te hace creer que mi dinero irá contigo? — Kara observó a una morena mujer, de brillantes ojos claros y cabellera castaña. Sonrió.

— Andrea — Kara chasqueó la lengua mientras negaba con la cabeza — No puedo creer que te rebajes al nivel de Arias — la nombrada sonrió enormemente.

— No me pongas como una persona honorable como tú. Además, sé que la vida privada de Samantha no es de tu interés, es más, ansías combatir con ella. Intenta otra táctica, cariño.

— Tenía que tratar — susurró Kara — Tienes razón, quiero ver la razón por la que el mundo se encanta con el combate de Reign, aquí Samantha Arias.

— No te pongas celosa, Kara mía. Todos respetan la trayectoria de la guerrera Supergirl. Aunque la crueldad de Kara Danvers influye mucho en su reputación.

— Ser reina y guerrera no siempre tiene que ir de la mano... He escuchado sobre el reinado de Arias en Agnim. Tiene mucho apoyo a pesar de haber manchado el apellido de su familia.

— Como te decía, ella tiene mucho que ofrecer — Andrea tomó una jarra con vino que descansaba en la mesa frente a ella. Un pequeño banquete llamaba su atención. Se sirvió algo de bebida en una copa.

— ¿Qué sería eso?

— Libertad, ¿no es obvio? Nadie quiere que una desalmada reina gane, sin ofender.

— ¿Libertad? Todo ciudadano en Camelot es libre.

— Sabes de qué hablo, Kara — Andrea le regaló una mirada significativa a la reina, quien al entender frunció el ceño.

— ¿Apoya a los practicantes de magia? — preguntó Kara entre dientes.

— Bingo — respondió Andrea sonriendo — En Agnim todavía es poco común que los brujos se muestren libremente, pero no pesa sobre ellos ningún temor de ser quemados vivos.

— Ya veo que sigues con tus ideas progresistas respecto a los brujos — dijo Kara.

— Son gustos que puedo darme al ser la dueña suprema del banco mundial. Me aburrí de verlos morir, prefiero tenerlos para hacer cosas más divertidas — Andrea guiñó el ojo hacia la rubia, que destruyó una cuchara que tenía a mano.

— Has pasado tiempo con Alexandra. Tú podrás hacer lo que quieras, pero no metas ideas a la cabeza de mi hermana, sigue siendo parte de la familia y de la corte.

— Es mi Danvers favorita, sin ofender una vez más. Y no te preocupes, de tonta no tiene nada, se conforma con escuchar mis experiencias y recomendaciones, si sabes a lo que me refiero.

— Da igual, lo que quiero de ti es tu dinero y sé cómo obtenerlo.

— ¡Pues yo también quiero saberlo! — exigió Andrea emocionada mientras rellenaba su copa.

— ¿Qué opinas si te digo que por cada diez hombres que Samantha pierda yo solo perderé tal vez tres? — Kara sonrió levemente al observar la curiosidad y avaricia en el rostro de la morena.

— ¿Cómo sería eso?

— Me guardaré los detalles por ahora, pero te daré pruebas esta noche.