¡¡¡Evado una incómoda reunión familiar y discuto con Annabeth!!!

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ADVERTENCIA: NO SE RETRATAR LA PERSONALIDAD DE LOS PERSONAJES Y LOS DIALOGOS PUEDEN PARECER MUY FLOJOS.  AUN ESTOY APRENDIENDO E INTENTARE MEJORAR.

ESPERO QUE LES GUSTE Y POR FAVOR ME DEJAN SUS COMENTARIOS, ME GUSTARIA SABER MUCHO SU OPINIÓN.

CUALQUIER FALLA ORTOGRAFICA O INCOHERENCIA ENCONTRABA, ME LO INFORMAN POR FAVOR.

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Saben lo que hice, ignoré todo, absolutamente todo. Sabía que estaba corriendo un gran riesgo al no asistir a la muy, pero, muy esperada reunión familiar, hasta estaba preparando algunos chiste y anécdotas vergonzosas, no mías, sino de Jason (Aunque no sepan de quien estoy hablando) incluso iba a llevar botanas. Pero que se va hacer, ellos se lo pierden.

Y de nuevo esa sensación de ser observado me estremeció, por favor que sean las Moiras. Involuntariamente trague saliva, el miedo me estaba invadiendo, aunque lo negara estaba seguro que ya había llamado la atención de alguien que nunca desearía tener como enemiga.

A los salvavidas—les susurre.

Tyson quería aplaudir mientras que Annabeth quería replicar, pero les agarre de las manos y los obligue a correr.

Annabeth se guardó sus comentarios, era consciente que si hacía mucho ruido en menos de un segundo estarías rodeados por nuestros enemigos.

Corrimos por el más cercano, siendo lo más silenciosos posibles.

Nos dirigimos al puente, dejando a un lado los turistas y los camareros con bandejas de bebidas tropicales. Me subí a su lado.

"Agárrense!" le dije, y corté las cuerdas.

El chapoteo les llamo la atención, creo que Oreius o era Agrio, esos gemelos osos, nos vio. Y de una empecé a escuchar a los demás monstruos ponerse en alerta, pero ya era demasiado tarde, nos alejamos los suficiente del barco.

Annabeth había utilizo el termo y salimos disparados. Un consejo, si Hermes les visita alguna vez y les regala un termo como el nuestro, no lo utilicen al menos que quieran causar un tornando en su barrio o salir volando y terminar arrojando toda la comida de tres días de sus estómagos.

Una hora más tarde divisamos tierra, ya habíamos llegado a Virginia Beach.

Annabeth parecía molesta y no me dirigía la mirada—. ¿Cómo es posible que el Princesa Andrómeda haya llegado tan lejos en una sola noche? Deben de ser...

Cinco mil treinta millas náuticas —dije.

Dio una risa irónica —No presumas tus poderes heredados de tu padre.

Si tú puedes presumir tu inteligencia, yo puedo hacer con mis habilidades náuticas.

Esta vez no vi al guardacostas que casi nos atrapa la última vez, pero no me arriesgue a sí que no me detuve.

Sigue adelante hasta la bahía de Chesapeake —dijo Annabeth—. Conozco un sitio donde escondernos.

Hice caso, ya sabía a donde se refería.

Percibí el cambio del agua salada a la dulce. Y aquí es donde mi cuerpo me traiciona, me sentía repentinamente cansado, exhausto, como si hubiera sufrido una brusca bajada de tensión. Ya no sabía dónde me encontraba ni en qué dirección debía orientar el bote. Menos mal que Annabeth me indicaba el camino.

Nuevo comienzo (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora