La siguiente semana fui el sirviente de Annabeth, bueno no fue tan malo, excepto la parte de levantarse temprano y tener que usar una corona de flores (cortesía de los de Deméter) junto a una camiseta que tenia como logo "La cabaña de Atenea es la mejor", claramente recibí burlas por eso, y lo que mas me sacaba de quicio era la sonrisita burlona de Annabeth
Tuve que hacer todas sus tareas, como la supervisión de cabañas, instruir a los campistas más pequeños, ayudar en el campo de fresas, ordenar el cobertizo, limpiar los establos (se me viene a la mente, el supuesto trauma que le dimos a Frank), ayudar en la casa grande, ordenarle sus libros, su litera, joder, no recuerdo que tenía tantas responsabilidades, incluso traerle cosas para sus bocetos, su comida, toda esa semana estuve tan ocupado que con solo tocar mi cama ya quedaba completamente dormido, mientras ella se relajaba como toda una reina, no vuelvo a apostar con ella.
La última noche del curso estival llegó demasiado rápido. Los campistas cenamos juntos por última vez. Quemamos parte de nuestra cena para los dioses. Junto a la hoguera, los consejeros mayores concedían las cuentas de «fin de verano». Yo obtuve mi propio collar de cuero, y cuando vi la cuenta de mi primer verano.
—La elección fue unánime —anunció Luke—. Esta cuenta conmemora al primer hijo del dios del mar en este campamento, ¡y la misión que llevó a cabo hasta la parte más oscura del inframundo para evitar una guerra!
El campamento entero se puso en pie y me vitoreó. Incluso la cabaña de Ares se vio obligada a levantarse. Agarre del brazo a Annabeth para que compartiésemos el aplauso, aunque pude notar algunas miradas burlonas y picaras que me lanzaban porque no había soltado su mano, incluso la mirada ligeramente irritada de Luke me divirtió, que no pude evitar acercar más a Annabeth y sonreír con suficiente.
Sabía que Annabeth estaba sonrojada hasta las orejas, pero no se apartó.
A la mañana siguiente encontré una carta formal en mi mesilla de noche. Sabía que la había escrito Dioniso. El verano había terminado, ya terminé de empacar y estaba listo para enfrentar a Luke
En el camino me encontré con Annabeth, estaba muy distraída y nerviosa, no se dio cuenta de mi presencia, en su mano traía una hoja enrollada y lo apretaba con fuerza. Quise preguntar pero ella siguió su camino. Esto me causaba confusión pero primero tenia que encargarme del hijo de Hermes.
Me acerqué al estadio de los luchadores de espada y como era de esperarse ahí se encontraba Luke. Trabajaba solo, entrenando contra maniquíes con su espada Backbiter.
Lo observé mientras destripaba la fila entera de maniquíes, les cercenaba las extremidades y los reducía a una pila de paja y armazón, hasta que noto mi presencia.
—Percy.
—Hola, lamento interrumpir
—No pasa nada —dijo bajando la espada—. Sólo estoy haciendo unas prácticas de última hora.
—Esos maniquíes ya no molestarán a nadie más.
Luke se encogió de hombros. —Los reponemos cada verano. —Me dedicó una sonrisita y envainó la espada—. Oye, iba a buscarte. ¿Qué dices de una última incursión en el bosque, a ver si encontramos algo para luchar?
—Está bien, igualmente tengo que hablar contigo
—Oh, vamos. —Rebuscó en su bolsa de deporte y sacó un pack de seis latas de Coca-Cola—. Las bebidas corren de mi cuenta.
—Claro
Bajamos hasta el bosque y encontramos un lugar en sombra junto al arroyo donde le había roto la lanza a Clarisse durante mi primera partida de capturar la bandera. Nos sentamos en una roca grande, bebimos las Coca-Colas y observamos el paisaje.
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Nuevo comienzo (Pausada)
De TodoLos dioses no ayudaron contra la guerra de los gigantes y nuestros héroes perdieron la batalla. pero las Moiras les da una nueva oportunidad. Soy pésima en dando descripciones, pero espero que lo disfruten, no soy buena redactando las personalidad...