Si hacia un berrinche y todo el mundo me viera, me valía un cacahuate, solo quería estar solo y pensar, esta situación me tiene muy frustrado, ¿Qué tenía que hacer ahora? ¿Cómo retrocedí en el tiempo? ¿Quién me trajo? ¿Por qué justamente a este año? ¿Y si no he retrocedido realmente en el tiempo y solamente todo lo había soñado? ¿Premonición? ¿Ya le voy a quitar el puesto a Rachel?
Estuve a punto de golpear algo, no sé a qué, pero necesitaba quitarme esta frustración, así que camine hacia el único lugar donde podría relajarme, el lago.
- Jackson – Annabeth me agarro de la mano fuertemente para detenerme, había olvidado que ella venia conmigo – Detente de una vez
- Lo siento – me disculpe – Estoy un poco alterado
- Si ya me di cuenta – lo dijo – Ya has espantado a varios campistas con la mirada
- ¿Qué? – ni me había dado cuenta que nos habíamos topado con varios campistas.
- No importa – se paró frente a mí - ¿Qué acurre?
- Nada
- Si claro, no sucede nada – el sarcasmo es lo mío Annabeth – mira he visto a muchos semidioses y la mayoría llegan confundidos y llenos de preguntas, créeme que ya me cansé de contestar las mismas preguntas de siempre. Pero tú – se acercó a mí con las manos en su cintura, sin darme cuenta di un paso hacia atrás, había olvidado las habilidades detectivescas de Annabeth - Llegas realizando preguntas a las cuales finges no saber las respuestas, además de que pareces familiarizado con el campamento.
- Yo no finjo – Me defendí – Mi madre me conto algunas cosas del campamento por eso puede decir que conozco un poco.
- Mentiroso – fruncí el ceño, no podía permitir que Annabeth me ganara
- ¿Cómo sabrías si estoy mintiendo? Ni siquiera me conoces
La sonrisa prepotente de Annabeth me dio a entender que ya se esperaba esa respuesta.
- Desviaste la mirada, tu vos tiene un tono más alto, te están temblando las manos, estas pasando saliva constantemente y tus pupilas están ligeramente dilatadas – ¡¡mierda!!
Me quede mirando a Annabeth sin saber que responder, tal vez debería decirle todo de una vez. Estuve a punto de hablar, pero un susurro me paralizo "Aun no es el momento" mire a todos lados buscando el origen de la voz, pero nada.
- Percy – me grito Annabeth devolviéndome a la realidad.
Tuve que abstenerme de contarle todo, me preocupaba aquella voz y lo que podría pasar si no le hacía caso.
- Todo esto me tiene frustrado – ¿Esto podría contar como media verdad o un 25%? – Me entero que soy un mestizo, que mi padre es un Dios griego y que está vivo, mi mejor amigo resulto ser un sátiro, mi madre murió en manos de un tio mitad toro y para colmo Zeus cree que fui yo quien robo su estúpido rayo maestro – un trueno retumbo.
- El rayo maestro de Zeus fue robado – por poco soltaba una maldición griega por mi descuido, Annabeth no debería saber, no al menos por mi parte, además debería estar ocurriendo otra conversación que no sea esta – sabía que algo importante fue robado, pero no espera que fuera el arma de Zeus ¿Qué más sabes?
- No sé nada mas – ella entrecerró los ojos, sabía lo que significaba: No te creo
- ¡Pero bueno! ¡Un novato!
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Nuevo comienzo (Pausada)
RandomLos dioses no ayudaron contra la guerra de los gigantes y nuestros héroes perdieron la batalla. pero las Moiras les da una nueva oportunidad. Soy pésima en dando descripciones, pero espero que lo disfruten, no soy buena redactando las personalidad...