CAPITULO 7

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24 de Julio, 2025

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24 de Julio, 2025.

Mis ojos se sienten hinchados de tanto llorar, mi garganta la siento seca y mis ojeras están muy marcadas por no poder haber dormido bien.

La imagen de ellos bailando conmigo, las palabras de Adam resuenan en mi cabeza logrando que mis ojos se vuelvan a humedecer.

Sabía que todo era bonito para que ser verdad, la punzada en mi pecho se hace más intenso al recordarlos con esa mujer rubia.

Que diablos está mal conmigo, acabo de conocerlos apenas hace un par de horas y ahora estoy llorando porque los ví con alguien más.

–Ahora si te volviste loca Astrid, que está mal conmigo– grito a la nada esperando la contestación de alguien.

Respiro profundo, limpiando mis mejillas y me dirijo al baño, bajo el agua me permitió pensar con claridad y relajarme, solo los conocí un día no tengo porque estar llorando por esos idiotas, son mis jefes, los trataré lo más profesional posible.

Salgo con una toalla enredada en mi cabello, busco mi ropa interior sacando un conjunto de lencería negra, tomo un vestido azul de manga larga que me llega hasta las rodillas , busco mis botines quedando frente al espejo y termino de arreglarme aplicando una leve capa de maquillaje.

El celular suena y sonrió al ver el nombre de Jackson en la pantalla, hace dos años trabajaba en un bar como mesera, la paga no era tan mala y las propinas eran buenas pero no quería quedarme siendo solo una mesera, había estudiado algo bueno para tener un mejor trabajo.

Fue cuando lo conocí, trabaja en la seguridad del lugar, muy pocas veces hablábamos hasta que un día me tocó salir más tarde de lo normal y el se ofreció a traerme a mi edificio poco a poco nos fuimos conociendo y aunque está guapo nos hicimos amigos, hasta que en una noche de borrachera tuvimos sexo.

Al principio pensé que sería incómodo pero fue realmente bueno después de eso repetíamos de vez en cuando dejando en claro que solo era sexo, ambos estuvimos de acuerdo y de vez en cuando salimos a tomar o simplemente a follar.

Tomo el teléfono entre mis manos contestando su llamada.

–Mi pelinegra favorita, ¿Cómo estás?– rio tomando mi bolso y mis llaves.

–Bien ¿y tú qué tal?, ¿Estás ocupado?– mencionó quedando cercas de la puerta esperando su respuesta.

–Esa es una señal de que necesitas verme para saciar tus ganas– niego riendo divertida.

–Eres un tonto, pero algo de eso está incluído en la visita que planeo hacerte– salgo del departamento cerrando con llaves.

–Me duele que solo me uses para follar, pero eres bienvenida en mi departamento– ruedo los ojos divertida, algunas veces podría ser algo dramático.

–Perfecto, estaré llegando en unos 20 minutos– lo escucho decir si, y cuelgo tomando un taxi que me lleve a la dirección.

Llegó al departamento de el, al entrar el portero me conoce perfectamente, he estado aquí un par de veces.

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