Soulmates

Desenfreno

No lo podía creer, había encontrado al hombre que creí que no me traicionaría en la cama con otra. Cuando hice la pregunta se quedó helado.

—Pecesita yo…—tartamudeó, no sabía que decir, trató de explicarme mientras se vestían él y Dani. —Esto no es…—Interrumpí.

—¿Que me dirás? ¿Que no es lo que parece? ¿Se supone que me lo voy a creer? No me jodas, se la acabas de sacar hace 3 minutos y no es lo que parece.

—Bueno, está bien si, lo siento mucho, yo te amo a vos—Dani lo miró con mala cara y salió sin decir nada.

—¿Mira sabes que? Ya dejémoslo así, esto no da más y no lo podemos estirar más, digo ¿como pa' que? Y tranquilo, no te tengo resentimientos. —Le dije, aunque tenía lágrimas en los ojos.

—Pecesita no.

—No nada, no me hables por ahora.

—Claro, yo la embarro y la pago, sin embargo vos te revolcás por ahí con Charly y no puedo reclamar ¿Si o no?

Definitivamente no había sido un buen día, y no pensé claro mis actos. Le estampé la mano en toda la cara.

—A mí no en hables así más Juan Camilo.—Salí de allí enfada sin saber que hacer o a dónde ir, tenía lágrimas en la cara, pero no eran de dolor, era más bien de impotencia. Tenía tanta rabia por dentro que no sabía cómo sacar que decidí ir a un bar y tomarme hasta la última gota de tequila que haya. Manejé y llegué hasta uno.

Me bajé y entré, me senté en la barra y pedí, me tomé unos shots de un solo buche. Hasta que sentí a alguien detrás mío.

—Princesa, ¿Vos qué hacés acá? ¿Que pasó? —Er Charly obviamente, y me observaba tomando.

—Nada que a vos te importe—Le dije fríamente, no quería tener que lidiar con él.

—Decime que te pasa, te prometo no meterme, solo quiero saber porqué estás así.

—Terminé con Juan.—Le solté de una.

—Reina, no vale la pena estar así por él.

—Callate.

—¿Pero qué fue lo que pasó?

—Me puso los cachos —Tomé otro shot.

—¿Como así? ¿A vos? — Me pregunto.

—Por supuesto que a mí idiota, ¿A quien más? —Le dije.

—Juanchito ponerte los cachos a vos cuando debería ser al revés. Unos queriendo tenerte y él dejándote así, no sabe lo que perdió.

—Pues…lo encontré en la cama con Dani.

—¿Quién?

—La de Mero Power.

—Ah, que imbécil el carechimba ese, no existe punto de comparación.

¿Ves que tierno es contigo?
Tan oportuna como siempre.

—Si, bueno…—ya llevaba unos tragos arriba, por lo que ni controlaba lo que decía — ¿Sabes que?

—¿El que? —me dijo y tomó un trago.

—Que no me duele, me da lo mismo los cachos, lo que me duele es que confiaba mucho en él. Pero no me dolió romperle como pareja —Le solté de una, sabía que esto iba a tener consecuencias.

—Ya dejalo más bien, ese es un imbécil que no sabe que hace.

—Charly…gracias —Dije y nos quiera controlaba lo que decía.