Felicidad y amenazas.

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+18. (No sé para qué aviso, pero bueno)

La luz del sol comenzaba a entrar por una ventana, lo que anunciaba un nuevo día.
Desperté entre los brazos de Charly, o más bien él entre los míos, estábamos completamente desnudos, solo tapados por la fina sábana que nos protegía del frío.
Se veía tan lindo, con su pelo revuelto por su cara con mi cabeza en su pecho. Estuve durante unos buenos segundos mirándole, hasta que me di cuenta que parecía una asesina serial pervertida y tomé mi celular para ver la hora. Era muy temprano aún y todavía tenía sueño, no tenía que despertar temprano porque no tenía mucho que hacer, y estaba muy cansada. Pero no pude dormir más.

Luego de unos minutos sentí como Charly comenzaba a moverse anunciando que ya se iba a despertar. Cuando despertó se estiró y nos quedamos mirando.

—Buenos días, princesa — me dió un beso en la frente. —¿cómo amaneciste?

—Bien, ¿vos?

—A tu lado siempre bien — me sonrió.

—Ay no parce, es muy temprano para esas cursilerías — protesté.

-Ay, princesa, dejame ser feliz por un ratico - me dió un beso en la mejilla -¿qué hora es?

-Son las 8:30AM, seguí durmiendo y deja de joder - me viré hacia el otro lado para tratar de dormir.

-No voy a dormir, y vos tampoco.

-¿Ahora me vas a controlar el sueño? - di un poco la vuelta para quedar frente a él.

—No, ¿pero sabés que sí puedo hacer? — negué con la cabeza — cosquillas.

Comenzó a hacerme cosquillas y me retorcía.

—Ya, Charly, para — pedí a gritos entre risas.

—Dame un besito y te suelto — pidió.

—No.

—Bueno, pues te estaré haciendo cosquillas hasta que aceptes.

—Ya, ya, está bien — me soltó — un beso, ¿no? Descarado.

Tomé su rostros entre mis dos manos y lo acerqué al mío para darle el beso. Un beso lento que iba cambiando el ritmo, pero tenía que parar.

—Esperate, esperate — me separé -ahora no, me voy a dar una ducha.

—Ay no, princesa, no me dejés así — pidió haciendo un puchero.

—Me voy a bañar — dejé un suave beso en sus labios — chao pues.

—¿Nos bañamos juntos?

-Soñá.

—Algún día se repetirá lo de la otra vez, Yeimy Montoya, te lo aseguro. — solté una carcajada.

—Ya veremos.

Me metí a bañar y estuve aproximadamente 20 minutos en la ducha, no quería demorar mucho para no dejar a Charly solo mucho rato. Salí envuelta en una toalla. Charly me miró de arriba a abajo y yo ignoré su mirada que me hizo sentir un poco incómoda, comencé a sacar ropa de la maleta para vestirme.

—Ututuy, princesa, no salgás así si no querés jugar — dijo con una sonrisa pícara en su cara.

—No seas huevón.

—Es verdad, ¿vos crees que es fácil aguantarte con semejante cuerpo enfrente?

Que te lo pregunten a vos más bien.

Ahí vamos otra vez.

—Pues te tenés que aguantar.

—Mejor me voy a dar una ducha — tomó mi cara por sorpresa y dejó un beso en mis labios.

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