Un caos

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Habían pasado ya dos días y ni rastros de Charly. Al parecer en realidad le había lastimado lo que le dije. Y yo, yo estaba hecha un caos, había ido a trabajar pero era una estupidez, no me había podido concentrar en absolutamente nada, solo en mi cabeza estaba el nombre de Charly y el recuerdo de la última vez que estuvimos juntos. Había estado dudando en llamarlo, pero iba a ser inútil.

Me encontraba otra vez en Surround Vibes, como todos los días, solo que hoy había una pequeña diferencia, por primera vez desde que lo atrapé poniéndome los cachos, Juancho se había decido a parecerse por aquí. Lo traté de evitar y fui hacia mi oficina, pero apenas me vió cambió la expresión de su cara por una expresión de desagrado y me siguió hasta allí.

—¿Que hacés vos acá? —Preguntó en un tono que para nada me gustaba.

—Trabajo aquí todavía, ¿O vos no recordás? Más bien sos vos el que parece que no trabaja acá.

—Vengo cuando se me de la gana que para eso soy el jefe.

—Bueno, tampoco pasaste por tu casa

—Nuestra—Me corrigió, y es que Juancho ni nadie además de Erick sabía que había encontrado un apartamento donde vivir y que ya hoy me mudaba

—Tuya, porque yo ya encontré un lugar mejor donde vivir.

—Si lo encontraste lo vas a perder otra vez, porque vos de la casa nuestra no salís  —Dijo en un tono que me gustaba muchísimo menos que el anterior

¿Quién se creía él para darme órdenes de esa manera?

—A mí no me das órdenes, yo hago lo que quiera con mi vida.

—Ya sé que vos haces lo que quiera, pero no saldrás de la casa si no querés que este vídeo se haga viral en 10 minutos

Sacó su celular de bolsillo y me enseñó un vídeo. Lo que vi me había dejado atónita, y es que no podía creer nada de lo que estaba pasando ahí. Éramos Charly y yo besándonos la noche de la discoteca, y aunque la imagen no era la mejor ya que llegué a la conclusión de que fue de una cámara de seguridad y había oscuridad, se podía percibir que fui yo quien se lanzó a los labios de Charly.

—¿Como…—titubeé un poco, las palabras no me salían — como tenés eso?—Sentía mis manos temblando y también mi voz.

—Cuando eres una figura pública tenés amigos en donde sea —Soltó tranquilamente mientras guardaba el celular nuevamente.

—No te atreverías.

—Probame y verás, si salís de la casa o si volvés a ver a Charly sabrás que pasará.

—Sos un miserable Juan, me das asco —Lo dije, y lo dije en serio, el hecho de pensar que ese hombre había convivido conmigo durante 4 años me asqueaba.

—No me hablés así, vos empezaste con lo de Charly. —Se dió la vuelta para irse, pero giro sobre sus pies en la puerta —Ah, y aquí a Surround no venís más, si te atreves a poner un pie de nuevo acá, la carrera de el pez koi llegará hasta aquí, me aseguraré que nadie en ningún lugar de Colombia le de trabajo a ese pelado. Es tu decisión si jodés la carrera de tu hijo solo por un calentón.

—Pero saqué esta empresa adelante tanto o más que vos —Le grité.

—No me interesa, solo hazlo y verás. —Se dió la vuelta y se fue.

—Hiijueperra—Susurré cuando se dio la espalda. Lágrimas comenzaron a caer de mi mejilla de la impotencia, tenía que hacer algo, me vida había dado un giro de 160°.

Definitivamente no iba a dejar que la carrera de mi hijo se jodiera, así que opté por no poner un pie jamás otra vez en Surround y seguir viviendo en esa casa. Aunque por supuesto no iba a seguir siendo su pareja, lo iba a obligar a dormir en la habitación de Emilio o en la de Erick mientras él no estuviese, después de lo que hizo este hombre me daba arcadas.

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