Capitulo 34.

18.1K 1K 524
                                    

New me.
Luciana.

Maya me abraza en señal de despedida, hablar con ella se sintió bien, el tener su apoyo es reconfortante.

Ella se comporto como mamá lo hubiera hecho.

—Para cualquier cosa puedes contar conmigo— asiento— tengo que compensar las estupideces de mi hijo.

—No tiene que compensarme nada.

Le sonrío triste, no me gusta fingir mis sonrisas o mis acciones pero todavía no tengo ánimos para darle una sonrisa sincera.

Esto es un proceso.

—Eres tan linda, todavia no entiendo como te fijaste en mi hijo.

Le doy 24 razones...

Ya empiezas.

—Como sea querida te veo mañana en mi cumpleaños— me dedica una gran sonrisa.

Nos levantamos juntas y creo que mi cara de que no es la mejor idea ir a ese cumpleaños hace que no tenga ni la necesidad de hablar.

—Prefiero que vayas tu a vaya mi hijo.

—Voy a ir— se alegra por mi confirmación— pero también es su hijo, tiene todo el derecho de ir.

Asiente para luego darme dos besos en las mejillas, la madre de Nicolás se va dejándome sola, me voy al baño y lo que veo me decepciona.

Tengo unas ojeras muy marcadas, mis ojos están pequeños de tanto llorar, esta no soy yo en lo absoluto. Me meto a la regadera, según mi mejor amiga el dolor emocional no debe extenderse más allá de dos semanas, llevo cuatro días llorando y ya es suficiente.

Y también nos rompieron el corazón cuando estábamos en nuestros días.

Salgo del baño, no soy fan del maquillaje pero este momento lo merece, hago mi mejor trabajo para no verme tan demacrada.

—Que me sienta mal no significa que me vea mal.

Me digo al espejo recordando algo que siempre dice mi mejor amiga, me voy a mi habitación y busco un vestido.

Yo quiero seguir en cama, llorando y comiendo helado.

Ignoro a mi conciencia, me coloco un vestido negro ajustado, de mangas largas, escote en V dejando relucir mis pechos. Me coloco unos tacones y unos aretes para finalizar, cuando siento que estoy lista me doy un vistazo en el espejo.

—No estoy bien pero puedo estar sexy y mala.

Tomo mi bolso saliendo de mi habitación encontrándome con mis mejores amigos en la sala viendo una película.

—Pero bonita...te ves— Dimitri tartamudea al verme— hermosa.

—Vuelvo en la noche.

Aviso sin darles mas explicaciones, voy a ir al cuartel, pero antes quiero un subway que espero nadie me lo tire o me voy a enojar mucho.

Me voy al ascensor mandando un mensaje a mi guardaespaldas para que en unos minutos venga por mí, camino un poco apresurada ya que tengo hambre.

—Lo siento.

Choco contra el torso de alguien.

—Ángel...

La persona con la que choque antes de entrar al local es el mismo que me tiro mi sándwich la vez pasada.

—Nos seguimos topando— me recorre con la mirada.

—Desgraciadamente, así es.

Trato de evadirlo y entrar pero me impide el paso haciendo que vuelva a mi lugar mientras rodeo los ojos.

Mi pequeña obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora