Mokõipa

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Advertencia:ninguno de los animes o imágenes me pertenecen:créditos a sus correspondientes creadores.

Edad de personajes principales:

Gokú: 16 años

Kuroka: 18 años

Valiiii: 17 años

El macaquinho: 21 años

Arthur Penedragon: 20 años

La loli mágica inglesa: 15 años

Lavinia: 28 años

Ahora sí:

Ahora, bajo la oscuridad de la noche, cuyo cielo nocturno era resaltado por la luz de la luna, caminaban en una paz repentina ambos individuos.

Ella no esperó este desenlace, pues sólo había llegado como espía de Grigori para averiguar sobre el Cadre Kokabiel, así que no esperaba estancarse tanto en la ciudad y volver con sus compañeros.

-(Que puedo decir, esta ciudad es el nido del conflicto)- Pensó para sus adentros el joven noble de cabellera plateada, calculando la cantidad de seres sobrenaturales involucrados en esta metrópoli, siendo algo muy anómalo e interesante por lo mismo para él -Y dime, Himejima San, ¿vas por ahí atacando a cada diablo indefenso?-.

-Claro que no, ésta es una misión especial que me encargaron y como eras un ser sobrenatural, tenía que ser cautelosa- Dijo con escepticismo -No eres un demonio renegado, ¿por qué andabas por la calle solo?-.

-Me sirve para despejarme-.

-Entonces, ¿no estás relacionado con Kokabiel?- Le cuestionó con la guardia alta, recordando lo que dijo hace unos instantes y cuyas palabras indicaban que estaba al tanto de lo que ocurría en Kuoh.

-¿Kokabiel?¿Un Cadre de los ángeles caídos? No, no sé nada- Respondió llanamente mientras frenaba su paso y era imitado por la humana, quien sintió ligera decepción al no recibir respuesta -No debería hablar de más contigo, así que me voy. Saluda a Lavinia y a Tobias de mi parte-.

-¡¿Qué?!- Se quedó estática un tiempo y al voltear, no pudo volver a ver la figura del chico -Conoce a mi prima y a mis compañeros... ¿quién era? ¡Aahhh malditos personajes con cero comunicación!-.

-(¡Te escuche!)-.

Oyó esa voz en su cabeza y sintió un escalofrío recorrer su espalda, a lo que simplemente se ahorró sus palabras y se fue a paso rápido de allí.

Por otro lado, Gokú se dirigió no a su departamento, sino a las afueras de la ciudad, llegando hasta un sitio descampado donde no había rastro de vida.

-Esto estará bien- Dijo y descendió hasta tocar tierra, guardándose sus alas de demonio y formando un círculo bajo sus pies -Aparezcan-.

En seguida, varios glifos con los mismos caracteres se dispersaron a su alrededor y formaron un círculo de unos 20 pies de diámetro.

Los círculos fueron pasando de un color plateado a un celeste y luego a un azul oscuro, a su vez que la hierba alrededor se marchitaba con la energía tan oscura que atestaba el ambiente.

Los glifos perdieron todos sus dibujos y pasaron a ser aros que funcionaban como portales, mismos de los que empezarían a surgir demonios renegados de gran variedad.

-Con menos de treinta no haré mucho- Dijo mostrando cierto disgusto al ver el número tan reducido de descarriados que había invocado bajo su mano -¡Tú!-.

Señaló con su mirada y de inmediato la demonio se arrastró ante él, mostrando su tren superior desnudo y su espantosa parte inferior que era digna de un monstruo.

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⏰ Última actualización: May 15, 2022 ⏰

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