ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 4

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El favor.

𓏲 ˖ . ˖ ࣪⭑ ˖ ٬ ุ๋

Angeline.

Me levanté a las cuatro de la madrugada como lo hacía desde hace un tiempo, me he ido al gimnasio del edificio a hacer un poco de ejercicio y al regresar tome una larga ducha para tranquilizarme.

Según el tarot; Leo es un signo de fuego, por lo cual está bien empezar el día haciendo ejercicio para saciar nuestra energía.

Y no juzguen, desde que ingrese en la omec me quitaron toda vida social, incluidas mis redes, y lo único que podía hacer para entretenerme era ver tutoriales en YouTube o mirar mi tarot de la semana.

Me hice un desayuno un tanto saludable, ya que debo seguir una dieta de vez en cuando para mantener mi salud estable. A veces, solía tener recaídas de salud debido a lo que ocurrió hace tres años, pues me dieron un golpe muy fuerte en mi espalda baja, ocasionando que mi riñón se inflamara y que a la larga empezara a tener ciertas fallas que requerían de cuidados.

Puedo mantener una vida "normal" , sin embargo, tengo que cuidar mi alimentación de vez en cuando y hacer ejercicio. Gracias a los Santos no he tenido problemas severos últimamente, pero sí que me ha dolido de vez en cuando.

Mi celular suena junto a mi plato y en la pantalla sale el nombre de "Heinz" , contesto con una sonrisa y lo pongo en altavoz.

Buenos días, bella durmiente.

—Buenos días, muchachon —saludo alegre, justo como el.

Heinz despierta a la misma hora que yo para hacer justo la misma rutina. Tanto Camila, el y yo habíamos establecido un horario donde prácticamente hacíamos lo mismo, pues en la omec siempre te obligaban a madrugar. Y creo que al igual que yo, el tampoco ha podido cambiar ese hábito.

Hay alguien que quiere saludarte...—dice y a mi mente llega Camila.

—¿Como está mi mejor amiga? —la voz de Efraín suena del otro lado de la línea y me pongo de pie por impulso de emoción.

Los ojos se me llenan de lagrimas y no puedo evitar no echarme a llorar.

—¡Efraín! —exclamo—. ¡Oh por Dios! —lloro.

Haberme separado de él dolió demasiado. Fue horrible tener que pasar los siguientes años sin el, sin poder hablarle, verlo u escucharlo.

—No llores, niña —trata de regañarme, aunque puedo notar que se le ha formado un nudo en la garganta—. Te he extraño muchísimo, no tienes idea de cuánto.

—Creí que te habías olvidado de mi —admito, mi voz saliendo llorosa.

—Angeline...—se toma una pequeña pausa y luego lo escucho suspirar—, tu una vez que entras a la vida de alguien es imposible olvidarte.

—Te extraño, Ef, de verdad no sabes lo mucho que te he necesitado estos años, me has hecho falta como nunca...

—Haberte ido fue doloroso, eso lo sé —ahora si lo escucho llorar—. Yo también me sentí vacío sin ti...

FATAL. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora