FATAL. #2

ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 27

El verdugo.

𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖ ⋆ ࣪. ˖ ࣪⭑ ˖ ࣪ ٬ ุ๋ ⸱

Angeline.

Tiro de la maya y el rostro de Hanna Smith queda ante mi. Su expresión es de furia pero también de miedo. «Pobre... no sabe lo que le espera»

—Sabía que eras tú —dice, su voz es temblorosa—. ¿Donde me tienes?

—Me piensas mucho, ¿verdad? —la miro directo a los ojos y eso parece incomodarle, ya que agacha la cabeza—. Sabías que tarde o temprano me vengaría de lo que me hiciste.

—Yo solo necesitaba el dinero que me ofrecían.

—¿Y tu avaricia pudo más que la razón?

Miro las armas que tengo en una mesita detrás, hay toda clase de armas sobre el. Paso la mano por encima de cada objeto  y tomo un corta dedos; es un aro que tiene cuchillas, el cual si introduzco en uno de los dedos y aprieto, término por cortarlo.

—Mi madre está enferma, solo quiero comprar su medicamento —empieza a llorar—. Entiende que no tengo nada en contra tuya, solo quiero salvar a mi madre, darle un poco más de tiempo antes de que el cancer termine con ella.

Una sonrisa aparece en mi rostro.

—Creo que debería empezar por tu dedo índice, ¿tu que dices? —la miro con maldad— Esos ojos de corderito no remueven nada dentro de mi, así que no te esfuerces.

—¡No miento! ¡Por favor no me hagas nada! —comienza a gritarme entre sollozos, yo me acerco y coloco el aro alrededor de uno de sus dedos— ¡Mierda! ¡No, no, no! —abre los ojos cuando ve cómo sangra su dedo por el movimiento, y eso que aún no lo corto—. ¡Por favor!

—Tu madre está muerta, murió hace años en un accidente automovilístico. Tu padre es un borracho al que contratan de ves en cuando para realizar trabajos como robos y asesinatos —me paseo de un lado a otro—. Esban Smith, muy bueno en su trabajo, pero no mejor que yo haciendo el mío.

—¡El té matará, perra! ¡Te violaran mis tíos y mi padre terminará por hacerte pedacitos! —grita furiosa.

—Déjame correr a esconderme —me echo a reír y hago un movimiento con mis dedos a Efraín— ¿A cuantas chicas has engañado para que bajen la guardia y puedas secuestrarlas para la trata de blancas?

Efraín abre una de las puertas delante de nosotros y aparecen Esban, Marco y Andrew Smith. Los hermanos hijos de puta que se dedican al tráfico de mujeres y niños.

—Saluda a tu padre y a tus tíos, Hanna —camino hacia ellos— ¿Ellos son quienes dijiste que iban a violarme y a hacerme pedacitos? —sonrío—. No me costo nada capturarlos, fue tan fácil como quitarle el dulce a un bebé.

—¡PERRA! ¡SUÉLTAME Y ARREGLEMOS DE MANERA JUSTA! ¡VOY A MATARTE!

—Debiste hacerlo cuando tuviste la oportunidad, porque ahora no hay quien que pueda salvarte.

Los tres hombres frente a mi están encadenados a sus respectivas sillas, tienen la boca tapada y los ojos vendados. Les retiro las vendas y ellos comienzan a querer forcejear para liberarse, pero es un intento en vano.