Libro +21.
Fatal #2: Belleza Dolorosa.
Tres años después de que Angeline entrará como infiltrada a la O.M.E.C, su momento de volver a su antigua vida ha llegado.
La pirámide de la mafia ha salido a la luz con intensidad, lo que conlleva guerra, s...
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Angeline.
Esta última semana he estado atareada con asuntos de la universidad.
Ser una chica universitaria es tan difícil como cuando mi padre me envió a Tokio a entrenar, ahí siempre estaba estresada y desvelada gracias a que me levantaba muy temprano a hacer deberes y me dormía tarde una vez acababa con ellos, sin embargo, gracias a eso es que ahora no me cuesta tanto trabajo cargar con la misma responsabilidad.
Aunque he de admitir que me ha gustado mucho esta nueva faceta mía. Ser universitaria no estaba en mis planes, pero ahora creo que es de las mejores qué hay en mi vida.
Mentiría si no dijera que el tenerme atareada me ha ayudado a distraerme cuando me entran mis momentos depresivos. Las cosas se compensan unas con otras, así que no me quejo mucho.
—Massimo hará una fiesta en su fraternidad hoy —anuncia Alessandro.
Estamos sentados en las gradas frente a las canchas de fútbol.
—Se escucha interesante —comento, aunque un poco distraída.
Me encuentro mirando a los alumnos sin camisa frente a mi, hay muchos chicos guapos. Sin duda podría lavar mi ropa sobre alguno de esos abdómenes marcados.
—¿Admirando las vistas? —Hanna se sienta a mi lado y mete la mano en mi bolsa con gomitas de pingüino.
—Que lindos son los Italianos —comento, sin dejar de ver a los hombres frente a mi.
—Concuerdo contigo.
—¿Escuchaste lo que dije? —inquiere Alessandro, volteo a mirarlo—. Iremos con Massimo a la fiesta, ¿irás?
—Las fiestas no me gustan mucho —digo.
—¿Por que? —pregunta Hanna.
—No me gusta mucho beber —miento.
La verdad es que necesito ponerme ebria con urgencia, hace años que no lo hago y me hace falta.
El doctor me había dicho que mientras tuviera una dieta balanceada e hiciera ejercicio, podría beber, claro, no con demasiada frecuencia pero en pocas palabras dijo que podía ponerme hasta la médula de borracha dos veces a la semana, no mas, y sin embargo tendría que compensarlo alimentándome más sanamente y tomando vitaminas.
