ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 35

14.5K 723 271
                                    

Recelo.

𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖ ⋆ ࣪. ˖ ࣪⭑ ˖ ࣪ ٬ ุ๋ ⸱

Angeline.

Miro sus ojos desde el otro lado del cuadrilátero. No ha dejado de mirarme desde que los chicos han empezado a entrenar y me pone nerviosa. «¿Que es lo que quiere?» quiero acercarme hasta él y preguntarle porque no me ha quitado la mirada de encima, pero no me atrevo. Me da miedo estar cerca de él porque sé que no saldrá nada bueno de eso, no por mi, sino por el.

—¿Y? ¿Qué tal lo hice? —inquiere Masón y eso me hace desviar la mirada de Damien—. He mejorado mucho.

—Bien hecho —lo felicita el italiano.

Me doy la media vuelta y camino hacia una de las bancas. Estoy molesta, han pasado ya varias semanas donde no se nada sobre Dominik, a pesar de que Aedion ha puesto a la mafia roja en los puntos donde Dominik tiene a su gente vendiendo drogas, no hemos podido verlo, ni saber aún con certeza donde se ubica. De lo que si nos hemos percatado es que los yakuza están volviéndose cada vez más agresivos, hace unos días mataron a dos hombres de Aedion y por poco asesinan a Efraín cuando este estaba en una misión en Berlin.

Miro a los chicos seguir entrenando y a Damien dándoles consejos, pero casi no logro concentrarme. Hoy es Halloween. Hace unos años hubiese estado emocionada, tener que elegir mi disfraz era lo que más ansiaba en el año, pero con el paso del tiempo todo cambió. Mis vivencias fueron acabando con eso y ahora solo puedo mirarlo como una perdida de tiempo.

Estoy molesta por tener tantas cosas encima que no he querido ni pelear con los chicos del miedo que me da desquitar toda mi frustración con ellos. Sería bueno golpear algo, así que me pongo de pie y me acerco a uno de los sacos de box, esta vez no uso guantes cuando comienzo a golpearlo con fuerza y siento como los nudillos me duelen, pero ignoro todo a mi alrededor.

Las cosas con Aedion han estado bien, no he visto interés de su parte cuando Natalie esta en la misma habitación que nosotros, aunque, bueno, no puedo decir lo mismo de ella. Es como un payasito de circo cuando ve que Aedion pasa por delante suyo; solo quiere llamar su atención, haciéndose la graciosa o queriendo causar lastimas contándole algo triste a Gabriella. Como si Aedion fuera a preguntarle del tema o si fuese a querer hablar con ella solo por el chiste todo rancio que dijo.

Por mi parte puedo decir que me desesperan mucho sus acciones y aunque me parezca tonta no puedo evitar no ponerme de mal humor, y es que simplemente ya no puedo ignorar el desprecio que le tengo, pero trato de contenerme un poco por todo el show de los Franco y Aedion. Aún así no pienso quedarme de brazos cruzados, no le perdono nada de lo que hace y mucho menos que haya querido asesinarme.

Quizá ella me sirva para poder saciar estas ganas de querer desahogarme...

Siento que ya es cuestión de tiempo para que todo nuestro teatro se caiga, Damien no es idiota, sé que sospecha algo pero no sé porque, algo debió de ver o de escuchar, así que eso es otra cosa que me esta comiendo la cabeza.

—¿Harás algo esta noche? —Damien aparece en mi campo de visión y detengo mis golpes de mala gana para luego ponerle atención—. Y antes de que pongas un pretexto te diré que no planeo invitarte a salir.

Pongo mis manos en la cadera y lo miro con la respiración agitada.

—No pongo pretextos —miento.

—No se que te hice pero no quiero que sigas evitándome.

—No lo hago —una sonrisa aparece en su rostro y pongo los ojos en blanco—. Solo... no han sido buenas semanas, es todo.

FATAL. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora