2 - El trato

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Su cabello era largo y del tono de negro más oscuro que Feit había visto jamás. Le cubría parte de la cara, pero si se le miraba con atención se podían distiguir unos ojos de color verde brillante bajo aquella mata de pelo. Los cuernos parecían hechos de algo parecido al marfil, pero que parecía más áspero.
Feit se quedó totalmente sin palabras al tener a aquel ser frente a sus ojos, por lo que tuvo que ser Dénesis el que rompiera el hielo.

✝ ¿Vas a quedarte ahí parado sin decir nada? Los humanos sois todos iguales...✝

Pasaron un par de segundos más antes de que Feit respondiera.

✝ ¿Qué es este sitio y que hago aquí?✝

Dijo finalmente, disimulando con maestria el estado de alerta en el que se encontraba. "tengo que tener cuidado con lo que digo, no se de que es capaz esa cosa. Será mejor esperar un poco antes de preguntarle sobre su identidad, y dejar que él marque las pautas de la conversación" Pensó mientras esperaba una respuesta.

✝ Para ser breves, digamos que estás aquí por que yo quiero que estés aquí. Ni más ni menos. Y en cuanto a donde estamos... por el momento será un secreto ✝

✝ ¿Que quieres de mi para traerme aquí? ✝

✝ No demasiado. Ya te lo dije, quiero proponerte algo que anhelas.✝

Dénesis dejó de hablar, pero Feit quiso dejar unos segundos de margen para asegurarse de que realmente había acabado.

✝ ¿De que se trata? ✝

✝ Un cuerpo perfecto ✝

Feit sonrió mientras negaba con la cabeza repetidas veces antes de responder, lo que era una señal inequívoca de que aquellos segundos de conversación común habían relajado un poco su estado de tensión.

✝ A estas alturas eso ya no me serviría de nada. Además, ¿que tendría que darte a cambio? ¿Mi alma? ✝

✝ ¿Qué no te serviría de nada, dices? No me cuentes cuentos que ni siquiera tú te crees. ¿Nunca te paraste a pensar por qué eres el desgraciado que no le importa a nadie? Puedes refugiarte en que es la vida que te corresponde, y que no eres el único. Pero en el fondo sabes que no es más que la excusa barata de un perdedor. Tu eres lo que eres por que otros han decidido que lo seas. Si eres un desgraciado es por que aquellos que podrían haber sido tus amigos decidieron no serlo. ¿Y por qué? ✝

Dénesis señalo a Feit con el índice de la mano derecha antes de seguir hablando.

✝ Por tu físico. Sin siquiera pararse a indagar si el interior de la fruta era fresco y dulce, la tiraron a la basura por que no les gustaba el color de la piel. Quizás seas la persona más interesante del mundo, pero solo viendote han decidido que eres un trozo de mierda. ¿Te parece justo? ✝

Feit no pudo rebatirle nada. Todo lo que acababa de decir Dénesis era, al fin y al cabo, todo lo que él mismo siempre había pensado en el fondo, pero escucharlo de la boca de alguien más había sido como recibir un chorro de agua helada en la cara.

✝ No, claro que no es justo... pero como ya te dije, necesito saber que me pides a cambio✝

✝ Nada✝

Hubo dos segundos de extraño silencio.

✝ ¿Cómo que nada?✝

✝ Yo te ofrezco tener un cuerpo perfecto que te ayudará a llevar la vida que mereces, y la única condición es que no hay condiciones. No me llevaré nada tuyo. Supongo que no dejarás escapar una oportunidad así. ¿Que me dices? ¿Trato hecho?✝

Feit quería decir que sí. Realmente se moría de ganas por hacerlo, pero había escuchado a lo largo de su vida demasiadas historias sobre los pactos con el diablo que acababan en desastre. Y aunque aún no sabía nada acerca del ser que tenía frente a él, esta idea le acobardaba.

✝ Bueno, no quiero presionarte, Feitan. Hoy estás de suerte: te dejaré un día más para pensártelo. Hasta entonces, asegúrate de meditarlo bien. ✝

Tras decir esto, Dénesis chasqueó los dedos, y todo se volvió oscuro.

El despertador sonaba especialmente irritante esa mañana. Feit se despertó en su habitación con un intenso mareo, y con una duda que ocupó su cabeza durante toda la mañana: ¿que había sido eso? ¿un sueño o algo más?

Desde entonces hasta la tarde hizo una exhaustiva búsqueda en internet. Durante horas y horas leyó historias acerca de las desgracias que supuestamente les ocurrían a aquellos que pactaban con entidades oscuras. También buscó el nombre Dénesis, pero no encontró nada relevante. Cuanto más tiempo pasaba, más se decantaba hacia la opción de que aquello no había sido más que un simple sueño, hasta que finalmente decidió que le había dado más importancia de la necesaria. Se sintió bastante estúpido, aunque se contentó con que al menos aquel extraño sueño había servido para desconectar de su rutinaria y gris vida por un pequeño periodo de tiempo.

Pero ahora estaba en el mundo real una vez más, y los deberes de matemáticas que debía hacer si no quería que Jorge le suspendiera si que eran reales, de eso no había ninguna duda. Así que, bien mentalizado de su situación, Feit se encerró en su cuarto con unas cuantas horas de álgebra por delante.

Eran alrededor de las ocho cuando su teléfono comenzó a recibir notificaciones. Eran todo mensajes de Ana preguntando si finalmente se había decidido a ir al concierto. "¡El concierto! casi se me olvida. Supongo que no será mala idea pasarme por allí...aunque solo sea un rato, para estar con Ana"

Aquella noche hacía bastante frío, lo que unido a que la cena no le había sentado demasiado bien, hacía que Feit no se sintiera demasiado cómodo ahí afuera. Pero esto tampoco importaba demasiado, teniendo en cuenta tenía pensado volver a casa en cuanto el concierto terminase. Por suerte, Ana decía haberle reservado una entrada que, aunque de reventa por haberla comprado el mismo día del concierto, no le había salido mal de precio. Feit tenía pensado pagársela alli mismo, por lo que había llevado dinero con él. Además, así Ana se cubría bien las espaldas, pues si Feit decidiera en el último momento no ir, ella podría volver a revender la entrada a algún desesperado de última hora.

Alas Rotas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora