Tras algo más de media hora de camino, finalmente podía ver el enorme auditorio donde tendría lugar el concierto.
Como era de esperar, los alrededores estaban abarrotados a más no poder de gente jóven."Aún sigo sin estar convencido de que halla sido una buena idea venir. ¿Qué se supone que debo hacer yo entre todas estas personas?" Se preguntaba Feit mientras se adentraba entre la multitud. Estuvo a punto de mandarle un mensaje a Ana ante la aparente imposibilidad de encontrarla entre tal marea humana, pero justo cuando estaba metiéndose la mano en el bolsillo para tomar el teléfono, pudo distinguirla a lo lejos.
En ese momento, su actitud cambió bruscamente. Todas sus dudas se disiparon. "Si, ha valido la pena salir"
Ana estaba más guapa que nunca, mucho más de lo que Feit podría haber pasado por alto aún esforzándose por no ser superficial.Llevaba un vestido blanco y corto muy ceñido, y el maquillaje hacía que el azul de sus ojos destacara en su rostro como lo hace la luz de un faro en una noche de tormenta en el bravo mar. Se puso de espaldas, dejando a la vista el tatuaje de una serpiente que llevaba en la parte trasera del tobillo. Feit aceleró el paso y se encaminó hacia ella. Conforme se iba acercando, podía distinguir más rostros conocidos junto a su princesa de cuento. Valessa, la amiga inseparable de Ana. Jordi Salsón, el pesado que hablaba más que cinco comentaristas deportivos en una tertulia. Sergio, Pablo, y cómo no...
"Míralo... no podía faltar el cabrón de Javier." Pensó Feit al ver a su archienemigo entre el grupo que acompañaba a Ana. Por supuesto, los amigos del susodicho también estaban allí. Sin darse cuenta, Feit había detenido sus pasos. ¿Merecía la pena realmente soportar a Javier y sus lameculos por rebañar unas horas de la compañía de Ana? ¿Cómo reaccionarían al verle allí?
Las dudas comenzaron a invadirle, aferrándose a su conciencia y haciendo trizas su determinación, mientras se limitaba a observar. Sintió que la ira le atrapaba cuando Javier dejó de conversar con sus amigos para centrar su atención en Ana. Aunque Feit estaba demasiado lejos de ellos como para distinguir lo que decían, pudo ver que habían comenzado a hablar.
"Pierdes el tiempo intentando camelarla. Ella es demasiado buena para un desalmado como tú, nunca se interasaría por tí" Pensó mientras se sentía cada vez más incómodo ante aquella situación.
Pero la poca compostura que le quedaba se derrumbó cuando Javier paso uno de sus brazos por la cintura de Ana y ella no hizo nada por evitarlo. Nada. Y entonces, ambos se dieron la vuelta y Feit pudo ver de pleno el rostro de Ana: estaba sonriendo. No era una sonrisa falsa de las que se usan para disimular malas sensaciones. Estaba sonriendo sinceramente.Ella, que a diario era testigo de lo cruel que era Javier. Ella, que aparentaba ser tan diferente y tan especial. Ella... que era la única persona en la que Feit había depositado una mínina esperanza, sonreía siendo abrazada por aquel repugnante buitre.
Sin decir nada, Feit simplemente volvió sobre sus pasos hacia aquel lugar al que, a regañadientes, podía llamar hogar. El frío se había vuelto mucho más intenso, y lo mal que le había sentado la cena llegaba a producirle dolor. Pero ningún dolor era comparable al que sentía en lo más profundo del alma.
Al llegar a casa, en seguida notó que sus padres habían salido, lo que no le importó lo más mínimo. Para ser sinceros, había pocas cosas que pudieran inportarle algo tras haber visto lo que había visto hace un rato. Subió rápidamente las escaleras hacia su cuarto, y se dejó abrazar por las sábanas de su cama sin ponerse el pijama. Antes de quedarse dormido, una lágrima resbaló por su mejilla.
Durante el Domingo, Feit se dedicó a finalizar los interminables deberes de matemáticas que había empezado el día anterior y a intentar sin éxito no pensar en qué habrían hecho Ana y Javier la noche pasada. Además, se había visto obligado a tomar antiestamínicos; al parecer, como lo que le había sucedido no era suficientemente cruel para el gusto de la mala suerte, también se había acatarrado por el frío.
Antes de siquiera darse cuenta, habían pasado doce horas y ya estaba de nuevo tendido sobre su cama, con el sueño robándole un bostezo. Se apoyó de lado sobre la almohada, y en pocos minutos se quedó dormido.
Y no tardó en notarlo. De nuevo esa sensación de estar despierto y dormido a la vez. De nuevo aquel sentimiento de estar en un lugar totalmente desconocido. Abrió los ojos, y pudo comprobar que estaba, una vez más, en aquel inmenso lugar oscuro como un pozo sin fondo.
✝ Vamos, ¿vas a quedarte ahí tirado como un despojo? Espabila y sigue mi voz✝
Dijo una voz que Feit ya reconocía a la perfección, y a la que respondió al instante tras abrir los ojos y ponerse en pie de forma bastante torpe.
✝ No, Dénesis, no voy a ir. Esto es un sueño, estamos en mi mente y tu eres producto de mi imaginación.✝
✝ Oh, me sorprendes. ¿Que listo te has vuelto de repente, no?✝
Tras este corto diálogo, Dénesis salió de entre las sombras una vez más, y la bombilla apareció como por arte de magia en el techo sobre Feit.
✝ Si tan seguro estás de que no soy real, supongo que ya no te importará aceptar el trato✝
✝ Claro. Acepto lo que quieras. Si te soy sincero, me hubiera gustado que fueras real. Así, esta vida de mierda tendría un poco de emoción.✝
Dénesis compuso una maliciosa y amplia sonrisa antes de responder.
✝ No te preocupes, Feitan. Ahora que has aceptado el trato, emoción va hasta a sobrarte. De todos modos, te haré un rápido resumen de lo que pasará. Mañana, cuando despiertes a las siete en punto, podrás comprobar por ti mísmo que tu nuevo cuerpo se ajustará perfectamente al cánon de perfección humana. Ahora no me crees por que estás convencido de que no soy real, pero cuando veas los resultados del trato con tus propios ojos, me agradecerás el convertirte en algo tan perfecto.✝
✝ Si, lo que tu digas... entonces, ¿que se supone que ocurriría con la gente de mi entorno? ¿No les parecerá imposible que haya tenido un cambio tan drástico en un solo fin de semana? ¿No me harían preguntas imposibles de responder?✝
✝ Por supuesto, tomaré medidas para que eso no sea un problema ¿Acaso me tomas por idiota? ✝
✝ No te tomo por nada, por que no existes ✝
Dénesis soltó una sincera y profunda carcajada antes de comenzar a ocultarse de nuevo en la oscuridad, dedicándole a Feit unas últimas palabras antes de desaparecer por completo.
✝ Me caes bien, humano. Creo que vamos a llevarnos de maravilla.✝
El despertador. Feit comenzó a revolverse en la cama lentamente y con pereza. Pero había algo extraño. ¿La cama se había vuelto más ancha? No, no era eso. El que había cambiado era él.
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Alas Rotas ©
ParanormalFeit, un chico de 16 años, ha tenido siempre una vida socialmente difícil a causa de su sobrepeso. La atracción que siente por una chica que sabe que no es para alguien como él hará que una criatura sobrenatural aparezca en su vida con algo que ofr...