Alas Rotas ©

13 - El puente de piedra

Soy Deep, el escritor de Alas Rotas. Antes de empezar con el capítulo, me llena de orgullo mostrar el increíble fan-art que Sared me ha regalado.

Se trata, obviamente, de la imagen adjunta al capítulo. Es un dibujo caricaturizado de Cheeta que a mi me parece acojonante. ¿Qué opináis vosotros?

Y ahora sí, os dejo con el capítulo. Un saludo!

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La implacable fuerza de la corriente de agua se escuchaba más clara y concisa a cada paso que daban, pasando de ser un susurro apenas audible a un murmullo, y de un murmullo a una armónica sinfonía.

Cheeta se detuvo, pues finalmente habían llegado. Frente a ellos, sobre el furioso cauce de un río de no más de diez metros de ancho, se erguía un firme pero terriblemente envejecido puente de piedra.

No era necesario ser demasiado espabilado para entender que aquellas raíces de hiedra y aquellas acumulaciones de musgo sobre la roca de la construcción significaban que hacía años, muchos años que nadie lo usaba para cruzar aquel río.

Al otro lado del puente, sentado sobre el borde, había alguien esperándoles. Alguien vestido con ropa completamente negra, con una capucha que cubría su cabeza y una máscara oscura que ocultaba su rostro, con dos orificios para poder ver.

Al ver a aquel extraño, Feit inmediatamente ordenó a Dénesis que se preparara para volver a tomar el control de su cuerpo, y Ana dió un paso hacia atrás.

✝Tranquilos, no es nuestro enemigo. Precisamente, si hemos venido aquí ha sido para encontrarnos con él.✝

Dijo Cheeta para calmar los ánimos.

✝Pues si ya lo sabías desde el principio, podrías habernos avisado. Despues de lo de antes, no se que pretendías que nos esperáramos al ver a alguien con esas pintas en nuestro camino.✝

Respondió Feit con cierta indignación. Pese a esto la verdad era que estaba bastante tranquilizado, mucho más de lo que lo había estado en cualquier momento de todos aquellos frenéticos y caóticos días; Pues no había para Feit nada mejor que tener de su lado a una persona más en un momento así, aunque todavía no hubiera cruzado con él ni una palabra.

Ana, por el contrario, no daba ningún signo de conformidad. Su mirada permanecía empapada de desconfianza y arrinconamiento. Aun así siguió, al igual que Feit, los pasos de Cheeta, pues no había ninguna otra salida. Había estado a punto de preguntar a Cheeta si llevaba encima un móvil, para avisar a la policía. Pero no había tardado en entender que preguntar eso sería totalmente estúpido.

Estaba claro que, fuera lo que fuera el asunto en el que habían ido a parar, con todod esos cabos sueltos aún desconocidos como los unkas o la INDRA, a la policía se le quedaba grande, muy grande.

✝Me habeis hecho esperar mucho. ¿Acaso se te olvidó el camino de repente, Cheeta?✝

Preguntó el enmascarado cuando los tres llegaron a su lado.

✝Hemos tenido problemillas de última hora, no te pongas así.✝

Contestó el pelirrojo. La conversación transcurría de forma completamente fluida y coloquial, era obvio que Cheeta y aquel hombre se conocían bien.
O al menos, eso suponía Feit.

✝¿Quien eres?✝

Preguntó Feit al enmascarado, que no pareció tomarse bien la pregunta.

✝¿Sin saludar ni nada, eh? Que educado.✝

Ante esta contestación sarcástica del desconicido, que no parecía estar por la labor de responder a la pregunta, Feit se dirigió a Cheeta.

✝Tener a alguien más de nuestro lado me parece bien, pero... ¿esto es todo? Quiero decir, me imaginaba una especie de refugio, o algo por el estilo. No un puente.✝