Capítulo 6

190 9 1
                                    

¡La madre que parió a esta panda de inútiles! ¡¿Cómo coño se les ocurre atracar una puta joyería?! ¡Esto ya es el colmo de los colmos! Si fuera por mí, se iban todos a la puta federal en este mismo momento. No obstante, hay dos cosas que me impiden hacerlo. Por una parte, el trabajito que les he encargado a los anormales. Y por otra parte, esta mujer que destapa toda mi curiosidad.

Me parece sumamente increíble que después de haber aceptado trabajar para mí, a los dos segundos ya estén delinquiendo. Y ya no estamos hablando de un robo menor como en un supermercado o en una licorería, sino que estamos hablando de un atraco y un robo en una maldita joyería.

Definitivamente esta mierda ya ha sobrepasado todos los límites y lo peor de todo es que no hace ni veinticuatro horas que les he ofrecido trabajo a estos putos retrasados mentales.

Flash Back.
Al adentrarnos en la comisaría después de traerlos de aquella tienda de ropa, me los llevo hasta pasar la recepción y giramos a la derecha para subir las escaleras que llevan a mi oficina y que se encuentra en el primer piso.

Una vez que encuentro la llave y abro la puerta de mi oficina, los dejo pasar a ellos primero y luego entro yo para cerrar la puerta tras de mí. Les ordeno que se sienten, aunque dos de ellos tendrán que permanecer de pie debido a que sólo hay dos asientos frente a mi escritorio. Hay uno más detrás junto a un ordenador, pero como es evidente, ese asiento es mío, no dejo que se siente nadie más. Ni siquiera Volkov se atreve a sentarse en mi sitio.

-Bien- digo tras carraspear mi garganta y dirigiéndome hasta mi asiento -Antes que nada, quiero saber por qué te escapaste al salir de la tienda- le digo a Segismundo.

-Es que me puse muy nervioso, agente- responde el susodicho -Luego me supo mal haberme escapado cuando mis amigos se estaban comiendo toda la mierda y decidí entregarme, entonces Torrente me encontró y ya me vine con él hacia aquí.

-Bueno, al menos me has ahorrado el trabajo de tener que ponerte en búsqueda y captura- me sorprende que haya sido tan inteligente esta vez, pero en fin, de todo hay en esta condenada vida -Vale, ahora quiero que me digáis quién cojones os pensáis que sois para salir corriendo del hospital y robar un par de coches para llegar a una puta tienda de mierda que está casi al otro lado de la maldita cuidad.

-Ya se lo hemos dicho, superintendente- me dice Gustabo -¿Ve como no escucha?

-Yo sólo escucho la verdad- le contesto -Y de momento, no me la habéis dicho.

-Hombre que no- interviene Trujillo -Nosotros hemos salido del hospital porque queríamos comprar ropa y luego volver allí.

-¡Claro, por supuesto!- le digo con ironía -¡Y para eso era extremadamente necesario irse hasta el otro puto extremo de Los Santos!

-Íbamos a volver, se lo juro- dice Horacio -No pretendíamos fugarnos ni nada por el estilo.

-De acuerdo, no queréis hablar, pues no pasa nada- les digo sarcásticamente -Yo os voy a decir qué ha pasado- me aclaro la garganta antes de proseguir -Vosotros habéis armado un follón de tres pares de cojones en esa casa, dándole a Miguel una pistola e incitándolo a disparar- los cuatro me observan muy sorprendidos. Y eso quiero, que me observen mientras se les cae la mandíbula por cada palabra que digo -Aprovechando ese disparo, habéis llamado a la policía culpándolo a él de amenazaros con el arma y de que ha abusado sexualmente de Trujillo- hago una pausa -¿Y por qué habéis hecho eso? Bueno, la respuesta es muy sencilla. Porque queríais llamar la atención y montar un escándalo, porque sois unos anormales que estáis todo el día haciendo el capullo.

Los cuatro se lanzan miradas cómplices entre ellos acompañadas de una leve sonrisa como si les estuviera contando una barbaridad o como si les hiciera gracia. Es decir, encima que les hago el favor de no encerrarlos en el calabozo y les doy la oportunidad de contar la verdad, se cachondean de la situación. Esto es verdaderamente increíble.

Espina Clavada (Jack Conway y tú / Contada por Conway)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora