Capítulo 16

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Mientras ____ se aleja de la federal junto con los anormales en el Audi amarillo, mi mente no puede dejar de reproducir lo ocurrido. Ni mucho menos puedo entender por qué ha reaccionado de esa manera. No tiene ningún sentido. ¿Por qué se enfadaría por darle su merecido al hijo de puta que le jodió la vida? Alguna razón debe tener, aunque sea lo que sea, no creo que exista ningún tipo de compasión hacia él.

Sin embargo, tampoco puedo dejar que me tome por un monstruo que se dedica a torturar a todo lo que ve. Que los demás lo piensen me suda la polla, pero que lo piense ella no. Ella no puede pensar eso de mí. No cuando tengo motivos más que contundentes para hacer lo que estoy haciendo.

Tengo que hablar con ella de inmediato. Tengo que irme de aquí e ir tras ella para explicárselo todo. No me queda otra salida. Si quiero que ____ siga a mi lado, tengo que confesarle todo lo que siento por ella. En caso de no hacerlo, podría perderla para siempre y no estoy dispuesto a correr ese riesgo bajo ninguna circunstancia. No debo perder más el tiempo.

-Encargaos vosotros de este puto gusano- les ordeno a Volkov y a Torrente -Haced con él lo que consideréis.

-10-4, superintendente- me responden los dos al unísono.

Me alejo lo más rápido que puedo de mis agentes y del mexicano y me dirijo hasta mi coche. Entro y arranco para salir de la federal y conducir hacia la autovía, a ver si con suerte consigo pillar el Audi amarillo. Si no consigo alcanzarlos, el único sitio que se me ocurre que hayan podido ir es hacia Del Perro. Lo más seguro es que ____ les haya pedido a los anormales que la llevaran a su casa. Y en caso de no ser así, soy capaz de quedarme en la puerta hasta verlos aparecer.

Después de unos cinco minutos conduciendo, logro distinguir el Audi amarillo con esas luces moradas de neón tan características. Sólo a esos tres se les ocurre comprarse un coche tan extravagante como ese. En fin, prefiero obviar eso ahora mismo. Los sigo a una distancia prudente. Tal y como yo pensaba, los anormales la están llevando a su casa, ya que la carretera por la que circulan, va directa a Del Perro.

Nada más llegar al edificio donde vive ____, el Audi aparca justo en la puerta. La rubia sale del coche y se despide de los anormales. Por la expresión en su rostro, me da la sensación de que está muy decepcionada. Pero sigo sin entender por qué lo está. Al contrario, debería dar las gracias por haber atrapado a esa lagartija asquerosa. Espero que cuando hable con ella, me lo explique porque no soy capaz de concebirlo. Y al igual que yo, también debo decírselo absolutamente todo.

En el momento en que el Audi amarillo se aleja de la puerta, aprovecho y aparco justo ahí. Mientras tanto, ____ camina hacia dentro del portal, pero ni de coña puedo dejarla entrar. No al menos sin hablar conmigo antes.

-¡____!- la llamo antes de bajar de mi coche.

Cuando me dirijo hacia ella, su expresión al verme no ha cambiado. Sigue igual de decepcionada y de cabreada. Joder, no quiero que esté así conmigo. Quiero explicárselo todo y que ella también me explique por qué está tan enfadada.

-¡¿Qué quiere?! ¡¿Qué hace aquí?!- me pregunta poniéndose a la defensiva.

-Por favor, escúchame- le suplico mientras toco sus hombros, pero ella retrocede un par de pasos y el aire vuelve a rozar mis manos. No puedo creer que me rechace.

-No tengo nada que escucharle- me dice -Así que si me disculpa, me voy a mi casa- ella me da la espalda para encaminarse de nuevo hacia el portal, pero mi mano agarra su muñeca para evitar que lo haga. No pienso permitirle que se aleje de mí sin haber hablado todo lo que tenemos que hablar.

-Necesito explicarte lo que has visto, ____- le informo.

-Usted ha torturado a ese hombre a sangre fría, no hay nada que tenga que explicarme- intenta entonces zafarse de mi mano, pero no pienso dejar que se me escape, así que no la suelto -Suélteme ahora mismo- me ordena.

Espina Clavada (Jack Conway y tú / Contada por Conway)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora