En las manadas de lobos, cuando hay una pelea, hay tres tipos de lobos:
Los que vencen
Los debiles
Y los que se quedan viendo
🍒
Un virus desata el mismo infierno en el instintuto hyosan, arrebatandoles las risas a...
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Ambas miraban sus manos y las ajenas, precenciando como las venas resaltaba un poco, significando que estaban nerviosas y eso era una mala señal ya que sus instintos o el virus tomaba provecho de ello.
El virus tomaba acto de precencia cuando el humano se ponía nervioso, molesto o se sentía amenazado, en esos momentos en donde se ponía vulnerable, el virus agarra esa oportunidad y tomaba el control.
Las dos sentían esa delicioso olor picar sus narices, olor que estaba por toda la habitación. Solo se quedaban quietas mirando sus manos, manteniendo el control y no cederle el poder al virus.
No supieron en que momento su saliva se volvía más espesa al pasar por sus gargantas y sus vistas empezaron a ser borrosas.
-Somos un peligro... - dijo Namra con dificultad
Sophia la miró a los ojos y la presidenta también subio la mirada, ambas vieron sus ojos y como su rostro iba cambiando, dejando pasar la transformación. Sophia veía a su amiga como uno de sus ojos empezó a colorearse de rojo, como si tuviera una hemorragia, sus venas empezaron a resaltar en su piel alrededor de su ojo, también dibujando un color rojo y también morado, como si fuera moretón.
Namra veía a su única amiga como uno de sus ojos, el iris de este empezaba a tomar color de un rojo tan fuerte que parecía brillar, mientras su moretón alrededor de su ojo infectado, tomaba más color tirando más rojo que morado, también se veía las venas empezaban a resaltarse.
Por suerte ninguno estaba poniendo atención de lo que sucedia, con excepción de CheongSan, pero estaba muy lejos para saber con claridad que acontecía, también agregando que los cabellos negros y largos de las chicas lograban cubrir sus caras.
-Lo sé... - dijo ahora Sophia
-Me siento rara, tengo hambre-susurro débil
-¿Porque huele tan bien?- dijo en un hilo de voz
Al mismo tiempo humedecieron sus labios, sintiéndose más ansiosas por el intenso aroma que desprendían los demás, era tan delicioso que se podían imaginar ese delicioso manjar en sus bocas, degustandolo.
-Tenemos que irnos, no podremos controlarnos por mucho tiempo-
-Nos iremos, pero tenemos que calmarnos, aunque sea un poco, solo espera un poco más ¿Esta bien? - dijo Sophia tratando de calmar a Namra y también calmandose ella misma
Namra solo alcanzó asentir con su cabeza.
-Ven... Abrázame y olfateame, nuestros aromas son iguales y así podemos tranquilizarnos-
Namra, de acuerdo con la idea, apartó el cabello de su cuello dejándolo despejado para que Sophia pueda olfatearla, Sophia también descubrió su cuello y después se abrazaron, olfateandolo sus cuellos, dejando que el aroma de la contraria tocara sus narices y calmarse.
