En las manadas de lobos, cuando hay una pelea, hay tres tipos de lobos:
Los que vencen
Los debiles
Y los que se quedan viendo
🍒
Un virus desata el mismo infierno en el instintuto hyosan, arrebatandoles las risas a...
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En el salón de música reino un eterno silencio, en donde todos estaban cansados físicamente y mentalmente, gobernaba mucha preocupación y tristeza en sus pechos que ya era agobiante.
Mientras tanto los tres quienes estaban amarrarados se encontraban durmiendo, hasta que Namra abrió sus ojos y giro su cabeza a su izquierda, así mirando a Sophia dormir recargada en el hombro de Suhyeok, sin dejar de agarrarse sus manos. Se quedó viendo esas manos juntas que empezó a sentir molestia en su interior, bufó molesta y miró a otro lado, así sin darse cuenta que el rostro de Sophia empezó a volverse más pálido y su gran moretón a tener ese fuerte color morado y sin dejar pasar que sus venas empezaban a resaltar en el lado izquierdo de su cara, la chica movia su boca sin emitir algún sonido y su cuerpo empezaba a tener pequeños temblores, todos estaban tan centrados en su mundo y Suhyeok parecía estar en un eterno sueño, entregado en los brazos de morfeo, que ninguno se dio cuenta que Sophia empezaba a convertirse.
En algun momento dejó de moverse y finalmente abrió sus ojos, uno completamente rojo, estaba muy hambrienta y ese delicioso e intenso olor no ayudaba que ella entrara en razón, estaba por todos lados, pero ese aroma tan rico resaltaba más a su lado, así apartándose del chico para solo mirarlo, en especial se quedó mirando una zona, su cuello. Se veía muy apetecible su bronceada piel y por eso se fue acercando más hasta que la punta de su nariz toco esa zona, dio una profunda inhalada así deleitandose de ese dulce aroma que desprendía el humano que parecía pedir a gritos ser mordido y así saciar su hambre, estaban amarrados y Suhyeok se encontraba dormido, entonces era el momento perfecto para hacerlo, con una sonrisa pícara dibujada en su rostro, llena de malas intenciones, se acercó más hasta tocar su cuello con sus labios, al verlo tan dormido y sentirlo muy tranquilo, se dio la oportunidad de succionar su piel por unos segundos, haciendo que el chico soltara un ronco jadeo, así alarmandola y se apartó de él, mirando la marca roja que había hecho, por un momento se imagino sentir su jugoza sangre en su boca y humedecer sus labios, jadea hambrienta y su mano libre tocó su mejilla para voltearlo, así mirando y deleitando ese bello rostro.
-Tengo hambre Suhyeok-penso
-Hueles tan bien-
Sophia fue acortando el espacio y le dio un pequeño y bonito beso, sin mover sus labios, mientras su otra mano acariciaba su piel con mucha parcimonia y adoración, ya empezaba entrar en razón y se sentía mal.
Su mano fue dirigiéndose hacia abajo, tocando con sus dedos cada centímetro de piel hasta llegar a su mentón.
-Me siento mal-
-Ayúdame por favor-
-Suhyeok despierta, te necesito-
Eso pensaba, mientras sus lágrimas caían y mojaban sus mejillas, comenzaba a desesperarse y tener miedo, miraba aflijida su rostro y mordió su labio para callar ese pequeño sollozo así sintiendo ese nudo en su garganta.
