Capítulo 11

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Han pasado 5 días desde la última vez que Keisuke y Chifuyu se vieron. Para ambos han sido días normales, o al menos eso es lo que intentan aparentar.

-No has dormido nada bien ¿verdad? .- Se escucha una voz muy conocida para Baji entrando a su oficina.- Tienes unas ojeras terribles.- Continuo.

-Gracias por decirlo Mikey, no tengo espejos en mi casa.- Respondió el pelinegro con sarcasmo rodando sus ojos. - ¿Qué te trae por aquí? .-Preguntó Baji volviendo su vista hacia los papeles que revisaba.

-Solo tenía ganas de verte y saber cómo estás.- Contestó Mikey levantando sus hombros mientras tomaba asiento frente a Baji.- Además de avisarte que empecé a organizar la posada navideña.- Soltó alegre el rubio.- Aunque eso lo podemos hablar más tarde por WhatsApp. ¿Cómo has estado? .- Cuestionó más serio.

-Bien y ¿tu? .- Respondió Baji con simpleza.

-Mejor que tú, eso es seguro.- Contestó Mikey riendo.- Emma me contó que contrataste a Chifuyu para trabajar en tu tienda.- Prosiguió el rubio.

-Si.- Contestó Kei tratando de sonar lo más normal posible, ocultando que le había molestado escuchar ese nombre.

-Bueno tengo que irme, Kenchin me está esperando.- Menciono el rubio levantándose de su asiento. - La posada será en mi casa, el 19, ve avisando a Kazutora. Bye bye.- Dijo Mikey una vez que abrió la puerta para irse y con eso se despidió.

Justo el día de su cumpleaños pensó Kei, pero bueno a quien le importa, se dijo a sí mismo.

Justo el día de su cumpleaños pensó Kei, pero bueno a quien le importa, se dijo a sí mismo

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-Wow Chifuyu-kun, te ves terrible.- Mencionó Emma al ver entrar al rubio a la tienda.

-Lo sé Emma-san, no he podido dormir bien últimamente y ya está pasando factura.- Respondió Fuyu en un tono cansado.

-Ya veo, ¿hay algo que te preocupa? .- Cuestionó la rubia.

-He tenido sueños extraños, que terminan en pesadillas, sólo eso.- Contestó el rubio regalándole una sonrisa.

-Mañana te traeré un té relajante, tómalo antes de dormir, seguro te funciona.- Mencionó amablemente la chica.

Después de decir eso Emma se retiró a su consultorio, dejando a Chifuyu solo, el cual comenzó a limpiar y ordenar la tienda como de costumbre. Mientras lo hacía su mente comenzó a divagar entre muchos pensamientos.

¿Por qué ni siquiera en mis sueños puedo estar tranquilo? Me he sentido raro desde la última vez que vi a Baji-san pero no logro comprender que es, nunca me había sentido así. ¿Es culpa? ¿Enojo? ¿Odio? o ... ja de ninguna manera podría ser amor. Todo esto rondaba por los pensamientos del rubio, se cacheteaba mentalmente por creer que se había enamorado de Keisuke, era ridículo el solo pensarlo, prometió jamás volver a enamorarse de nadie, no le interesa. Pero tal vez por fin había aparecido su talón de Aquiles.

D E S P U E S  D E  L A  T O R M E N T ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora