Cuando era niña empecé a ver cosas que otros no...
Para evitar que los demás se alejen, fingía no verlos.
Pero aquello que veía me ataco años después...
Y se perdió una vida...
La vida de un ser cercano...
Para evitar sentir el dolor de más pérdidas...
– ¿Entonces es realmente él el hechicero al que tu apoyas? -
– ... -
– Te ama lo sabes, ¿no? Se le nota solo por como reacciono al verme tan cerca tuyo. -
– ... -
– No me ignores, no me gusta que lo hagan. -
– Entonces no hagas preguntas estúpidas, sí, es él a quien apoyo y no, no creo que me ame e incluso si es así mi corazón siempre le pertenecerá a Kenji, Satoru es solo un amigo y así segura siendo en el futuro... -
– ¿Todavía esta de luto...? Ya casi se cumple el año y medio... -
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– Bien, ya que eres tú, te diré que sucedió hace más de 21 años y el verdadero porque nosotros estamos muertos. -
– ¡Ese no es...! ¡Qué suerte, si lo salvo y me luzco seguro llamaré su atención! -
¡Pum!
– ¿Estás bien? - – ¡Si, jugar videojuegos sirvió de algo, esas cosas feas no me intimidan! -
– No pedí tu ayuda, podía solo. -
– Se dice gracias, animal. -
– Hasta hace dos segundos tú parecías más animal que yo, nunca antes golpeaste a nadie con un tubo de metal, ¿verdad? -
– ¡Oye...! -
– De todas formas, gracias... -
– N-no hay de que. -
– Te pusiste tímida de golpe, ¿qué pasó con la chica explosiva de recién? -
– ¡No te burles solo por ser lindo! -
– ¿...Qué? -
– Que no te burles de mi... -
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Se oyen aplausos sarcásticos.
– Felicidades, lo lograron, nos pusieron entre las cuerdas tanto a Satoru como a mi. ¿Quién lo diría? Después de tantos años tratando de incriminarnos, al final lo lograron. -
