《Sentimientos aceptados, Shiro preocupado y la reunión secreta》
Yumiko se levantó de la cama, dejando solo a Haru mientras iba por algo de agua, la misma pesadilla que la venía atormentando desde aquel incidente, la había hecho despertarse a las 3 y algo de la madrugada. La hechicera recorrió los pasillos como si los conociera de memoria (cosa que así era) y tomó un vaso de agua en cuanto llego a la cocina.
Con la mirada pérdida y completamente perturbada, la oji-rubí dejo el vaso en la mesada. Aquellos hermosos ojos rojos cual rubí que imponían respeto, confianza y tranquilidad a los cercanos, se mostraban apagados, reflejando en su lugar miedo, desconfianza y un sin fin de emociones turbulentas (como la ira y el odio).
De imprevisto, la joven sintió un par de brazos rodearla en un abrazo y la cabeza de la persona ser apoyada en su hombro derecho.
- ¿En qué piensas, Yu-chan? - preguntó lo más meloso y tranquilo que pudo, no había pasado desapercibido para él, el como se encontraba la pelinegra, porque para él, leerla a ella era fácil, como si fuese un libro abierto, pero conocerla era en lo que lo tenía en jaque, no porque el hombre no lo hubiese intentado, lo había intentado de distintas formas en distintos momentos, pero simplemente le fue imposible, nadie sabía de la vida privada de la pálida chica, mucho menos podían investigar (porque ella se daría cuenta), lo único que todos sabían era lo que ella les contaba (que de por sí, era poco y nada) y debían de conformarse con eso, en alguna ocasión durante su adolescencia, Satoru llego a pensar que la joven no confiaba en ellos, que era por eso que no les contaba nada, de hecho, incluso la había encarado diciendo aquello... Por supuesto, eso no termino bien, después de su discusión (porque en eso había acabado), Yumiko no le dirigió la palabra durante 2 semanas y solo cedió porque Geto e Ieiri se lo pidieron (poniendo algunos platos de curry en el proceso).
- ¿Por qué siempre quieres saberlo todo? - preguntó la chica después de unos segundos en silencio. Silencio que la pelinegra había utilizado para pensar su respuesta.
- ¿Ehhh? Considero que es normal querer saber todo de mi futura esposa, si no, sería un mal esposo al no saber confortarla y hacerla feliz en su debido momento. - respondió con su tono habitual mientras apretaba un poco el agarré al ver que Yumiko quería soltarse.
- ¿Todavía insistes con eso? No me casaré contigo y ya suéltame, debo volver con Haru antes de que despierte y no quiero seguir contigo... Me haces mal, ¿qué no ves que con cada acción, cada palabra, haces que mi corazón se acelere, que me ponga nerviosa y no sepa que decir, que quiera derretirme en tus brazos, que quiera entregarme por completo a ti... Que me enamoras cada día más? Tengo miedo, lo reconozco, pero, ¿cómo no tenerlo teniendo en cuenta las miles de mujeres que pasaron por tus sábanas? El objetivo que me impuse hace años, yo se que jamás podré lograrlo, lo sé muy bien, tan bien, que admito que las únicas personas capaz de vencerte, ya están muertas, porque esa es la verdad, yo no soy fuerte, nunca lo fui en realidad. Durante mi niñez, siempre tuve a mi hermano, Haru, protegiendome y cuidando de mi y cuando el se fue y me toco ser fuerte... no pude serlo... Y en lugar de cuidarme, lo único que hice fue herirme, hasta que Ao me puso un alto y me obligó a levantarme, a ser fuerte, a pelear... A vivir... No fue comprensivo ni mucho menos amable, hablo claro y directo, me hizo sentir mal conmigo misma y lo que hacía, pero me hizo abrir los ojos y levantar la cabeza, seguir adelante sin depender de otra persona, me enseño a luchar por mi misma. Ao, no fue el más amable ni el más considerado, mucho menos parecía comprensivo, pero tenía la completa confianza y lealtad de Mitsuki y Shiro. Sus decisiones y acciones no eran precipitadas, siempre tenían más de un porque, incluso Mitsuki que era más alegre y abierta, no logró conmigo una confianza mayor que la de Ao, pero ella misma lo había dicho una vez, "incluso cuando parece insensible y que busca sólo su propio beneficio, no es así, puedes estar segura de que cuidará tus espaldas y que siempre estará para cuando lo necesites, porque él es así, cuida y valora a los suyos, poniéndolos por sobre si mismo, es eso lo que nos hace confiar en él, el tener la seguridad de que jamás te dejará caer, es esa seguridad lo que te hace serle leal, porque él es un líder, nació para liderar. ¿sabes? No hay quien pueda vencerlo, porque jamás apagarán su voluntad". Pero incluso cuando pienso en eso... Cuando mi hermano vivía, no teníamos junto a nosotros a nuestros padres... Y aún si ellos nos hubieran dedicado parte de su tiempo, si se enteraban de nuestras habilidades, nos habrían tratado de raros... O monstruos en el peor de los casos... Y al final... Nos llevarían con especialistas solo para quitarnos las habilidades con las que nacimos. ¿Sabes, Satoru? Aquella vez que discutimos y que no te hable por 2 semanas, no fue realmente porque me hubiese enojado contigo, muy por el contrario, con quien en realidad me enoje fue conmigo, porque en el fondo sabía, que estaba siendo muy distante con ustedes, el miedo a perderlos, era lo que me impedía abrirme, lo peor, es que el compañero en el que confíe primero, nos traicionó, Ieiri y yo en cierto momento nos distanciamos, el director Yaga no veía ni ve bien la sola existencia de Yuna y de todas formas, tampoco hablamos mucho en la actualidad... De cierta forma, no me equivoque, perdí o me distancie de quiénes quería y en el peor de los casos, fui yo quien los hirió, porque yo te herí, ¿no es cierto? Lo siento, pero no soy una chica perfecta, soy una simple chica con inseguridades y miedos, con grandes problemas para superar el pasado y aceptar el presente. Quizás debería simplemente rendirme y morir, sería mucho más fácil y rápido, pero no puedo. Lo siento por ser tan egoísta, pero, ¿puedo herirte una vez más? ¿Me dejas confirmar si vale realmente la pena, entregar mi dañado corazón a otro hombre que no sea Kenji? - dijo y pensó abatida Yumiko, sintiendo sus ojos cristalizarse y las ganas de llorar aumentar, más aún cuando sintió al otro separarse de ella, pero no se volteó a verlo.
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Mi Mayor Problema |Jujutsu Kaisen|
أدب الهواةCuando era niña empecé a ver cosas que otros no... Para evitar que los demás se alejen, fingía no verlos. Pero aquello que veía me ataco años después... Y se perdió una vida... La vida de un ser cercano... Para evitar sentir el dolor de más pérdidas...