•Capítulo 2: Nueva Vida En El Santuario.❦

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Pasaron ya Diez años, durante esos años, Mori y los demás vistaron dos ocasiones más el santuario. Después de esa ocasión Fueron cuatro años después de el encuentro con chuuya, y la segunda vez fue cuando Natsume avisó que estaba muy grave, dando a entender que ya eran sus últimos momentos. Tanto Mori y Fukuzawa fueron en cuanto recibieron esa llamada, por suerte lograron despedirse tanto sus 2 hijos y sus nietos de Natsume.

Había sido muy difícil, ya que Mori y Fukuzawa valoraban mucho a su padre, y para sus hijos de igual forma por haber perdido a su querido abuelo. Pero antes de morir le pidió a ambos hijos hacerse cargo del santuario, Mori y Fukuzawa se pusieron de acuerdo, quedaron en que ambos cumplirían la última petición de su padre y se mudarían ambos ahí. Después del funeral tanto todos esos procesos finalmente se mudaron.

—Atsushi, Dazai, Higuchi, por favor lleven las cajas grandes de atrás a arriba.

—Yo llevaré las medianas, papá. —habló la pequeña Elise que ahora tenía 11 años. Dazai dieciocho, Atsushi diecisiete, y Higuchi quince años.

—Está bien, Elise. Todos tengan cuidado con las ca... —Mori fue interrumpido por el sonido de la caja que a Dazai se le había caído. —¡DAZAI ACABO DE DECIR QUE TUVIERAN CUIDADO!

—Descuida, papá, después de todo son las cosas de Atsushi, nada importante. —sonrió mientras levantaba la caja.

—¡DAZAI, ESA ES MI CAJA DE COLECCIÓN DE PIEDRAS!

—Supongo que entonces si son frágiles... UUUY. —dejaba caer la caja pero no del todo alcanzándola a agarrar ya que lo hizo a propósito para molestar a Atsushi.

-¡DAZAI, DEJA DE HACER ESOOO!

El pobre estaba que lloraba por como Dazai lo molestaba con sus objetos más valiosos.

—Oigan, ustedes dos, déjense de estupideces y ya suban las cajas. —ahora quién habló era Higuchi.

—Dazai, mejor lleva las tuyas, es mejor a que se rompan tus cosas que las mías.

—Ya, llevaré con cuidado las tuyas. ahora sube.

Todos dejaron las cajas y próximamente empezaron a descargar las mudanzas tanto muebles y demás cajas en el lugar donde indicaba Mori. Los hermanos dejaban en cualquier lado las cosas ya que no habría tanta prisa por desempacar y acomodar.

—Aaaah~ qué fresco es el piso. Sigan ustedes yo me quedaré aquí... A dormir.

—Higuchi, no sabes si está limpio o no, es mejor que no te acuestes.

—Atsushii, es obvio que mi abuelo le tenía tanto cariño a este santuario y que nunca lo descuidó, es seguro entonces.

—Ajá, ¿y cuánto tiempo crees que ha pasado desde que el abuelo Natsume Falleció? —dijo Dazai.

—¿Dos semanas?

—Así es, dos semanas sin que nadie cuidara de esto.

Higuchi se levantó del piso sabiendo que Dazai y Atsushi tenían razón. Pero el piso que estaba tan fresco sólo pudo estar sucio de polvo, así que nada preocupante.

—Ooi, Atsushi~

—Ranpo, no sabía que ya habían llegado ustedes.

—Estamos aquí desde hace un rato. ¿No necesitan ayuda?

—Tal vez a llevar las demás cajas de abajo, gracias Ranpo.

—No es nada. Kyouka, ve por las cajas de abajo. —dijo mientras se comía un dango.

—Pensé que ibas a ayudarnos, no a mandar a kyouka.

—Por mí no hay problema, puedo ayudarlos.

—Gracias, Kyouka. —sonrió Atsushi.

~ᥱrᥱs ᥱᥣ oᥒι dᥱ ᥲqᥙᥱᥣᥣᥲ vᥱz ❦ •(Sσυкσкυ)•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora