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Al llegar al aeropuerto vi que fui la última en llegar

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Al llegar al aeropuerto vi que fui la última en llegar.

La entrenadora de Yaoyorozu se encontraba encargándose de las maletas mientras Denki charlaba con Yaoyorozu.

—Un placer, soy Kaminari. Aunque no sea tu entrenador, si necesitas cualquier cosa también puedes contar conmigo.

Deduje que se acabarían de presentar. Ella sonrió ante sus palabras.

—¡Igualmente!—exclamó haciendo una pequeña inclinación de forma educada.

Estaba muy animada para ser las ocho de la mañana. En mi caso, si no fuera por mi café no habría podido ni salir de casa.

—Yo soy Ashido—me sonrió la entrenadora acercándose a mí—También puedes contar conmigo. Los dos nos encargaremos de que deis lo mejor de vosotras.

—Encantada—dije con un pequeño asentimiento.

Ashido parecía más joven que Denki, tendría casi treinta. Yaoyorozu deduje que tendría aproximadamente mi edad, veinte seguramente.

Tras nuestra ronda de presentaciones y haber fracturado el equipaje nos dirigimos al avión.

Quise asesinar a Denki cuando me dijo que él se iba a sentar con Ashido. Así que no tuve más remedio que sentarme con Yaoyorozu, la cual se había llevado un libro, un reproductor de música y unos auriculares para pasar el trayecto.

—¿Tú no te llevas nada? Te vas a aburrir.

Ella me dedicó una leve sonrisa a medida que abría su libro, "Rosas en el jardín" ponía. La portada era muy bonita.

—Dormiré—respondí.

—¿Durante más de doce horas?

—Claro—suspiré molesta.

Ella rio un poco, pero prefirió no seguir molestándome, ya que concentró su mirada en el libro.

Me dormí unas horas, no sé por cuánto tiempo, pero al despertar vi que había estado todo el trayecto dormida con la cabeza recostada en el hombro de Yaoyorozu.

Me levanté agitada, y ella me miró con una expresión relajada. Había dejado el libro y ahora estaba escuchando música.

—¿Te he despertado?—preguntó ladeando la cabeza.

Yo negué con la cabeza y miré su reproductor de música. Era extraño que no estuviera utilizando su teléfono móvil en vez de un reproductor.

—¿Tan aburrido era el libro?

Ella sonrió con timidez.

—Ya me lo he terminado.

—¿Tan rápido? Si era un ladrillo.

—Es que es mi libro favorito—se excusó—Lo tengo dominado.

—¿Y no duermes?—le pregunté extrañada.

Línea de salida | MomoJirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora