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Solo quedaba un mes para la competición

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Solo quedaba un mes para la competición.

Habíamos estado entrenando muy duro, pero estas últimas semanas estaban siendo aún más intensas. Los entrenamientos duraban más y a causa de eso estábamos mucho más cansadas. Aquello me había hecho darme cuenta de que echaba de menos pasar más tiempo junto a ella.

Al levantarme me extrañó no ver a Yaoyorozu a mi lado. Ya era costumbre que durmiéramos juntas por muy nerviosa que me sintiera. Le había ayudado el dormir juntas. La notaba más energética y más concentrada en los entrenos.

—Buenos días.

Fui a ver a Denki por si sabía algo de su paradero y me senté a su lado. Vi que estaba mirando las noticias en su teléfono móvil. Por su rostro no parecía una buena noticia, todo lo contrario.

—¿Has visto esto?

—¿El qué?—bostecé.

—Se ve que ese entrenador tan famoso, Shoto Todoroki, ha salido de prisión—suspiró—Con lo que hizo se tendría que haber podrido allí. No puedo creer que le hayan dejado salir.

No podía ser.

Cogí el teléfono móvil. Era el mismo chico de la fotografía de Yaoyorozu.

Leí el artículo.

—No sabía nada de esto...—tragué saliva. De pronto, todo empezó a tener sentido.

—Él abusó de una de sus alumnas, menor de edad además, por eso ha estado en prisión. Seguro que le han dejado salir por todo el dinero que tiene—suspiró—Pobre chica, lo debe de estar pasando fatal. Personas como él tendrían que estar encerradas siempre.

Ni siquiera pude escucharle con claridad. Solo pensé en que tenía que encontrar a Yaoyorozu lo antes posible.

—Denki.

Él me miró con preocupación.

—Busca a Ashido. Hay que encontrar a Yaoyorozu.

—No te entiendo ¿Qué ocurre?

—¡Solo búscala!

Estuve toda la mañana buscándola. Estaba desesperada. Busqué por todo París, en los parques, en las tiendas cercanas, en las librerías, incluso pregunté a los transeúntes con mi pésimo francés, pero no la encontré.

Sin embargo, se me ocurrió un sitio que había estado todo el tiempo cerca de mí y al que no había ido.

Los domingos no había entreno, ya que cerraban el polideportivo. Tenía que ser allí. Seguro que estaba allí.

—¡Yaoyorozu!

Una sensación de alivio recorrió todo mi cuerpo al verla allí. Se encontraba corriendo por la pista.

Ella me miró y yo corrí hacia ella, pero no paró ni me dedicó una de sus sonrisas.

—Déjame, estoy entrenando.

Su tono de voz fue muy brusco, tanto que dudé por un segundo que fuera ella.

—Necesito hablar contigo.

Ella aceleró el paso.

No sabía si había leído la noticia, pero era muy probable. Su rostro tenía una expresión que nunca había visto.

—¡Para, por favor!

Ella no me hizo caso, así que no me quedó más remedio que adelantarla. Aquello hizo que se chocara conmigo y que ambas cayéramos al suelo.

—¡Jirou!—exclamó enfadada—¿Qué se supone que estás haciendo?

Su respiración estaba agitada y antes de que pudiera levantarse agarré sus muñecas.

—¿Qué es lo que estás haciendo tú? ¡Somos un equipo! ¿Verdad? He visto las noticias...

Soltó mis muñecas y me empujó para poder levantarse.

—¡Déjame! No tenías que meterte en mis asuntos.

—Shoto Todoroki era tu entrenador—sus ojos empezaron a cristalizarse—Estamos juntas en esto, puedes contar conmigo. No quiero que estés sola, Yaoyorozu. No es tu culpa.

Ella soltó una carcajada sarcástica y se acercó a mí de forma amenazante. Pero sentí como si en cualquier momento ella se fuera a derrumbar.

—No tienes derecho a hablar de esto. No sabes nada, así que lárgate.

Su agresividad me estaba doliendo como si alguien me hubiera apuñalado.

—Solo quiero ayudarte, pensaba que estábamos juntas en esto.

—¡No lo estamos!—gritó—Al final solo ganará una. No somos un equipo, todo esto es una farsa, es estúpido.

Sus palabras me dolieron más de lo que hubiera llegado a imaginar, pero a pesar de eso no iba a irme.

—¡No me importa eso!

Ella se sorprendió.

—Estoy preocupada por lo de tu entrenador. No finjas que estás bien corriendo, sonriendo...¡Deja de ocultar como te sientes!—me acerqué a ella—Solo quiero ayudarte, aunque sea estando a tu lado ¿De acuerdo?

Ante mis palabras no dijo nada durante unos segundos, pero sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas.

—Lo siento...

Yaoyorozu se derrumbó.

La cogí antes de que lo hiciera y ella colocó su cabeza sobre mi pecho a la vez que la rodeaba con mis brazos. Oír su llanto me rompió el corazón.

—Kyouka, tengo mucho miedo de que él vuelva.

Acaricié su espalda mientras la abrazaba. Antes de hablar de nuevo tenía que conseguir que mantuviera la calma.

—No voy a separarme de ti ni un segundo.

Ella se agarró con más fuerzas. Iba a decir algo, cuando una voz nos interrumpió.

—¡Momo!

Ashido corrió hacia nosotras. Yaoyorozu levantó su rostro, sus ojos estaban rojizos, igual que sus mejillas. La entrenadora la cogió del brazo con delicadeza, a medida que Yaoyorozu se levantaba y abrazaba a la mayor. Ashido debía saberlo.

El resto del día estuve muy preocupada. Ashido estuvo con Yaoyorozu y Denki me dijo que me mantuviera al margen.

Suspiré. Necesitaba estar con ella y saber que estaba bien.

 Necesitaba estar con ella y saber que estaba bien

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¡Hola! Gracias por leer <3

Firmas para matar al Todoroki de esta historia aquí:

También quería añadir que el próximo capítulo estará narrado por Momo.

Línea de salida | MomoJirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora