''Juntos''

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SAMUEL

Hice lo que Carla me pidió, le lleve a mi casa, busque un taxi y en menos de treinta minutos nos encontrábamos en frente de mi casa. Carla estaba un poco borracha, pero no tanto para no saber que estaba haciendo.

-Ya llegamos - dije

Ella estaba llena de sueño, aun con ojos cerrados y cabeza apoyada sobre mi brazo.

-Tienes dinero en mi pulsera - decía

Estaba loca si pensaba que iba a dejarla pagar o tomar su dinero.

Tome el dinero de mi cartera, pague el taxista y ambos salimos del taxi.

Carla ya despertaba, estaba consciente de todo.

-¿Segura que quieres quedarte acá?

-Vámonos antes de que me arrepienta - susurra

Me toma por la mano y ambos entramos a mi casa.

Ella miraba cada detalle del salón como si no estaba aquí por años, sonreirá y quitaba su chaqueta.

-No quiero volver a mi casa - decía seriamente

-Está bien, te puedes quedar a dormir y mañana...

-No me estás entendiendo, no quiero volver ni mañana ni nunca.

Carla debía estar sintiendo un gran presión para decir algo así, recuerdo que antes muchas cosas sucedían, pero ella jamás se rindo.

-¿Puedo quedarme aquí por unos días?

-Por supuesto, pero me encantaría hablar sobre nosotros.

Carla sonríe, se acerca a mí, espere una reacción como cada vez, que iba a tratar besarme o seducirme, pero no...

-Te lo prometo, pero ahora lo único que quiero es dormir y no quiero dormir sola.

CARLA

No quiero dormir sola.

Nunca me gustaba dormir sola, parecía como una niña pequeña con pesadillas porque mi vida era una pesadilla.

Samuel y yo entramos a su habitación, quedábamos en silencio por un momento.

-Ya está, puedes acostarte si quieres - decía

-¿Y tú? ¿A dónde vas? - dije al tomarle por la mano de inmediato

-Voy a cambiar mi ropa y ya vengo.

-Por favor, no me dejes sola.

Le estaba prácticamente rogando, dios...

-Ya vengo.

De seguro pensaba que estoy loca, joder.

Quite mi vestido, quede en ropa interior y me tumbe a la cama de Samuel. Todo olía a él, era una sensación divina y yo iba a quedar aquí toda la noche, es la otra sensación maravillosa.

Pocos minutos después, Samuel entra en la habitación llevando una pijama que me hacía reír sin parar.

-¿De qué te ríes? - decía al acostarse a mi lado

-Esa pijama es un poco infantil, ¿no crees?

-Ya... deja de reírte.

Terminamos en una posición incómoda, me sentía nerviosa, no quería jugar, no quería buscar seducirlo o mentirlo, solamente quería dormir a su lado, lo abrace y mi cabeza cae sobre su pecho, cierre los ojos, pero aún no quede dormida.

Oí su respiración, algo le agobiaba.

-Dime... - dije

-Deberíamos hablar sobre lo nuestro - decía

-Mañana.

-¿Y me prometas que mañana no te vas a huir y olvidar que existo?

Abrí los ojos, mirándole con mucha ternura.

-No pienso huir de ti, por fin estoy enfrentando lo que siento y quiero ser sincera contigo, ahora prefiero dormir para poder olvidarme de este día... y mañana vamos a hablar con la verdad - dije

Él sonríe, nos quedamos dormidos, pero sabía que él aún no se dormía así de fácil, seguía acariciando mi mejilla y pensando en conversación que vamos a tener mañana. Yo también pensaba en esa conversación, pero con ojos cerrados, de hecho parece como si estaba soñando con aquella conversación.

Elite 4: Amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora