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-¿porqué estabas de malos humos la otra vez?-

Le pregunté después de tragar lo que había masticado

-nada importante realmente-

-debio de ser importante para ponerte de ese estado-

Insisti para que me dijera quien o que había hecho enojar a mi hermosa Luisa.

-pues... una persona, se burló de mi apariencia y me sentí tonta por sentirme mal por eso, es una tontería de todas formas-

Yo puse mi mano sobre la suya, la que estaba libre

-no es tonto, te lastimo... cuenta conmigo para lo que sea, estaré para ti siempre Luisa, en esta o otras realidades, sin importar el animal que sea-

Ella me miró por un momento algo confundida, alejo la mano rápidamente y continuo comiendo

-esta bien, trataré de ponerle menos atención a eso-

Yo asentí aún algo preocupada por ella.

-oye, no pongas esa cara de lastima conmigo, lo detesto-

Yo asentí y mire al plato de comida, no sentía muchas ganas de comer después de lo que me había contado, me sentia triste.

-lo juro, si sigues con esa expresión me largo y te dejo de hablar por lo que me resta de vida-

Yo la miré y negué rápidamente

-no es por eso, me recordé de mi mascota, chocolate-

Ella me inspeccionó por un momento y volvió a comer

-a todo esto, ¿porque de repente quieres ser mi amiga?-

Casi me atragante con la limonada que me estaba tomando

-es que me pareces una persona muy interesante ¿Sabes?, Además te traigo ganas-

Ella si se atragantó con la limonada cuando escucho lo que le dije, mire a otro lado cuando me miró con el seño fruncido

-¿Es enserio?-

Yo dude por un momento

-¿Con cuál respuesta te enojaras menos?-

-¡Con ninguna!-

Ella se paró y se fue, le dije a don Luis que lo pusiera en la cuenta de mi papá y me fui a perseguir a Luisa para hablar con ella.

Destinadas a estar juntas / Luisa madrigal x tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora