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-vamos Luisa, no te enojes, ¿Podemos hablarlo?-

Le dije a ella mientras me mantenía un poco alejada, pero no tanto como para no escucharla.

-alejate de mi, no quiero hablar nada contigo-

-pero te lo puedo explicar-

-¿Explicar?, ¿Que cosa? ¿Que me traes ganas?, No gracias eso ya lo se-

Ella comenzó a caminar más rápido y me tocó que seguirle el paso

-bueno si, pero realmente me gustas, yo quiero saber si tengo alguna oportunidad contigo... al menos déjame ser tu amiga, te demostrare que vale la pena que salgas conmigo-

-sabes puedes meterte tu explicación por dónde te quepa-

-ay pero no te enojes-

Ella solo me ignoro y siguió su camino, suspiré por un momento y mejor la deje ir, le daría su espacio por un tiempo, además solo sería un corto momento ¿Cuánto podría estar enojada conmigo?

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-hola Luisa, ¿Cómo estás?-

Ella pasó sin mirarme o siquiera molestarse en esquivarme, su hombro choco contra el mío y cai al suelo.

No podía continuar así, ya llevaba más de tres meses ignorandome, me levanté y sacudí el polvo y comencé a seguirla

-¿Sigues enojada por lo de la otra vez?-

Ella no respondió y afirme para mí misma que eso era un si

-pero ya te pedí perdon-

No dijo nada más y ya comenzaba a sentirme algo mal conmigo misma

-puedo hacer lo que quieras para enmendarlo, lo que sea-

Ella se volteo con una sonrisa que hasta cierto punto parecía perturbadora de lo amplia y macabra que lucía

-¿lo que sea dijiste?-

Yo dude un poco pero asentí de todas formas

-bueno, si te gustó tanto como me has dicho estos meses aceptarás hacer cualquier cosa por mi felicidad ¿No?-

-claro que si Luisa, me gustas mucho y haré lo que sea por ti-

-eso suena genial, pues verás, si hay algo que quiero que hagas por mi-

Destinadas a estar juntas / Luisa madrigal x tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora