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Antonio había salido algo extrañado en busca de Mirabel para decirle lo que le había mandado a decir.

Me espere dentro de su cuarto a esperar mientras otros animales me miraban.

-no se quién te crees para venir e ir pidiendo favores a Antonio como si fuera tu esclavo o algo así pero déjame aclararte algo burro-

Me tense cuando el Jaguar se acercó peligrosamente a mi, rodeandome con su cola y caminando sigilosamente a mi alrededor

-el ya tiene un favorito y ese soy yo, no creas que no te eh observado todo este tiempo, andabas con Luisa primero y luego con mirabel-

Trague grueso cuando me arrinconó y sus filosos dientes se mostraron

-no dejaré que hagas lo mismo con Antonio ¿Entiendes?, Así que más te vale que cuides tus pasos-

Para cuando terminó de amenazarme Mirabel ya estaba en el cuarto

-¡¿A caso eres burro?!-

Yo me quedé Miranda unos segundo y ella hizo un chasquido con su lengua

-digo, ¿acaso te volviste loco?, primero que nada fue Luisa la que acepto a qué te-

Ella pasó su dedo pulgar por su garganta mientras hacia un sonido con la boca como si este se estuviera cortando

-segundo, es viaje es demasiado peligroso... Si eres un burro, no definitivamente no te lo dire-

Antonio había entrado con un yogurt en la mano, justo en el momento correcto.

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-pero soy su burro de la suerte, necesito, ya sabes, ¿darle suerte?-

Había hablado por mi Antonio

-claro porque ella te quiere tanto y tú suerte que ya sabes-

-solo fue una vez, talvez hice algo mal, no está mal que las personas se enojen de vez en cuando y necesiten un tiempo para ellas mismas-

Mirabel se rió de manera sarcástica y se cruzó de brazos

-casi siete meses ¿Te parece el tiempo suficiente para que alguien deje de estar enojado?-

-talvez si fue bastante tiempo pero todos somos diferentes y tomamos tiempos diferentes-

-si lo que quieras no vas a convencerme-

Me sentía algo enojada y decidí que si ella no lo diría lo buscaría yo misma.

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No sabía que me pasaba, creo que tantos latigazos en la cabeza me habían jodido las neuronas, me había  metido a un bosque que nunca en mi sano juicio me fuera metido, sobre todo sola y desprotegida.

No sabía ni siquiera porque hacía esto, seguro que cuando me viera Luisa se enojaría de nuevo conmigo.

Dejé de andar y me pare a reflexionar un momento, decidí mejor retractarme e ir a pedir disculpas a Mirabel por huir cuando me dijo que no lo hiciera.

Di la vuelta para regresar pero ya era tarde, estaba totalmente perdida, en un bosque desconocido, con posibles depredadores.

Mi corazón se aceleró cuando escuche pasos acercarse a mi así que cerré los ojos con miedo y salí corriendo dando vueltas por todos lados hasta que me choque con un árbol y cai inconsciente.






Admito que el jaguar me lo imaginé con tremenda voz sensualucha

Destinadas a estar juntas / Luisa madrigal x tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora