Feliz Año Nuevo • BSD • Terminado

La Fiesta

Llegó el día de la fiesta y todos vestían muy elegantes. Las mujeres de la agencia estaban irreconocibles con sus vestidos y peinados y se robaron varias miradas de todos lados, sobre todo Yosano, quien se había puesto un vestido azul con detalles en plateado, largo, con un corte de un lado, destacando su figura al máximo y con un peinado recogido. Naomi vestía de rojo, un vestido de brillos largo, tan hermoso como su rostro y llevaba su cabello suelto y ondulado. Su hermano pensaba que en cualquier momento debería golpear a los babosos que no paraban de mirarla. Haruno se puso un vestido corto y dorado. Usó lentes de contacto esa noche, por lo que muchos no la reconocieron, se veía extremadamente sexy.

Los hombres también se veían estupendos. Kunikida uso un smoking negro con moño, Ranpo un traje color gris de una tela brillante con una camisa negra, Atsushi vistió un traje color azul oscuro con camisa blanca y unos zapatos marrones, parecía todo un príncipe. Tanizaki combinaba con su hermana de rojo y Kenji optó por un smoking celeste. Todos se veían muy atractivos, por lo que fueron muy bien recibidos en el lugar.

Kyouka prefirió no ir, aún no superaba del todo su vida en la mafia y, al ser menor, no disfrutaría tanto de aquella fiesta como sus compañeros. Celebró la noche junto con Fukuzawa a quien le había tomado mucho aprecio, casi considerándolo su abuelo.

Los miembros de la mafia se sorprendieron al verlos allí, pero trataron de ignorarlos olvidando las diferencias que tenían.
Aunque, luego de unos tragos, Akutagawa decidió encarar al pobre de Atsushi dándole un golpe seco con la palma de su mano en la nuca del albino.

- ¡Jinko!, ¿cómo se atreven a venir? - Atsushi se giró sobándose la nuca. Se sorprendió del look total black de su... ¿némesis? Aún no entendía por qué razón seguía odiándolo tanto, después de que trabajaran juntos y de que Dazai lo reconociera.

- Te... te ves bien, Akutagawa... – dijo el menor, sonriendo inocentemente, ruborizado y cubriéndose, esperando otro golpe como respuesta a su comentario.

No se equivocó, el pelinegro reaccionó luego de unos segundos dándole otro golpe en el mismo lugar.

-Respóndeme tigre, qué hacen todos ustedes aquí. ¿Acaso quieren morir? Esto es territorio de la Port Mafia –

- ¡Auch! Simplemente estamos festejando la víspera de año nuevo. Seguimos en tregua ¿recuerdas? No vinimos a confrontar a nadie. Dejemos las diferencias de lado por esta noche. Luego puedes intentar matarme- Dijo Nakashima poniéndose más firme, realmente no quería problemas con nadie esa noche. Y sabía que si Akutagawa no armaba algún lio, ningún otro miembro de la mafia lo haría y pasarían una noche tranquila.

-Bien- le da un último golpe -pero evita aparecerte en mi vista esta noche o lo pagarás caro – Finalmente los deja seguir su velada tranquilos, pensando que también sería una oportunidad de ver a Dazai y desearle un feliz año nuevo.

Atsushi respiro con alivio viéndolo irse junto al grupo de ejecutivos de la mafia que estaban reunidos en una mesa exclusiva.

- Parece que se llevan bastante bien – comentó Kenji observado al chico que seguía sobándose la nuca.

- Realmente me pregunto por qué será que todos dicen eso, si sólo quiere matarme literalmente – expuso el joven con aires de frustración.

El pelinegro ya se había integrado junto a sus compañeros mafiosos tomándose un trago largo de wisky, algo molesto por la presencia de los detectives, y un poco ruborizado pensando en que el tigre le había dicho que se veía bien con ese traje color negro brillante y camisa negra opaca.

- ¿Qué hacen aquí esos idiotas? – Preguntó Chuuya a Ryunosuke observando con desprecio a los de la agencia. – Por favor, dime que no tengo que pasar mis primeras horas del año en el mismo lugar que ellos –