Los Marginados

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*"Existe la palabra 《marginados》, que denota a los infelices, a los fracasados y a los descarriados en la sociedad humana; pero yo creo que lo soy desde el momento en que nací. Por eso, cuando me cruzo con alguien calificado como 《marginado》, de inmediato siento afecto por él. Un afecto que llena todo mi cuerpo de una arrobamiento de ternura."

Osamu Dazai

Una vez fuera del hotel, Dazai siente una opresión en el pecho.

Su garganta estaba obstruida de tantas palabras que se había tragado.

Ese sentimiento, ese maldito sentimiento de sentir su corazón romperse al verlo irse de la mano con Tachihara.

Por fin había logrado esclarecer sus sentimientos por Chuuya, y tenía que arruinarlo por culpa de su estúpida cobardía.
Pero ¿Qué podía hacer? Si siempre iba a terminar siendo el culpable.

Con dificultad, busca las llaves de su auto, y una vez sentado en el asiento del conductor, el THC junto al alcohol comenzaron a hacer su trabajo...

Su vista se nubló. Y sentía que el movimiento al sentarse se repetía incontables veces.

Era como si su alma intentase entrar en su cuerpo, pero sin éxito de poder lograrlo.

Miró su mano distorsionandose en mil colores.

Giró la llave.

El retumbar del motor encendiéndose sacudieron todo su cuerpo, como si su peso fuese el mismo que el de una pluma.

Se sentía totalmente débil.

¿Por qué? Quizás ese último whisky estuvo de más.

El estómago le dolía. No era de esas personas que sentían nauseas con facilidad por el alcohol. Pero los jodidos sentimientos, las palabras que se tragó, y esa sensación de ahogo por la ansiedad de querer intentar suicidarse, aunque sea de la forma mas idiota y dolorosa posible, lo estaban inundando cada vez más.

El estéreo del auto se encendió automáticamente. La música era fuerte. Muy conveniente para esos sentimientos de furia que invadían cada célula de su cuerpo.

Con los ojos cerrados, dejó salir un fuerte suspiro.

Mala decisión...

Manteniendo su vista obstruida por sus párpados, comenzó a "viajar".

La secuencia comenzó siendo hermosa.

Dazai se encontraba en una oscuridad infinita.
Giró 360 grados viendo todo negro a su alrededor. Aunque, por alguna razón, se sentía cómodo.

De esa ocuridad se abren unos ojos gigantes, azules como el zafiro, que lo miran con melancolía.

Él se adentra a esos iris, como si volara hacia ellos.

Mientras más se acercaba, ese azul se convertía en un océano inmenso.

De repente se vio en una balsa, naufragando sobre ese océano infinito.

La balsa no tenía remos. No tenía absolutamente nada que pudiera darle dirección.

El sol encandilaba sus ojos.
Además de eso, sólo podia ver azul, azul y más azul. Del cielo y del océano.

Las aguas comienzan a ponerse turbulentas.
En consecuencia, la balsa se sacude con fuerza desequilibrando a Dazai sin que pudiera agarrarse de nada más que de aquella frágil madera.

Una ola gigantesca aparece amenazante hacia él.

No recordó haber sentido tanto vértigo en toda su vida.

Feliz Año Nuevo • BSD • TerminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora