Es increible como esa chica, la que se sienta al fondo puede evadir a los demás con solo ponerse sus audifonos. Como oculta su soledad con una que otra risa, un hola discreto o un libro.
Donde te encuentras, no puedes observar sus heridas, ese extraño sentimiento que la toma por sorpresa al decir una palabra que le recuerde su dolor.
Tiene una sonrisa muy bien ensayada, se asegura de secar bien sus párpados por la mañana para que personas que le importan relativamente poco en su vida no lo noten y vengan las preguntas de siempre. Esas que ella misma evita y se hace.
Quisiera pensar que le han entrado ganas de llorar y tu lo has notado.
Tiene un valor grandisimo, mas que el de cualquiera de nosotros, pero no tiene la fuerza suficiente para superar su a sus demonios.
Ella puede ver lo mejor de ti. Quisiera salir y nunca más volver a ese lugar que ella llama a diario mi vida. Sufre todas las noches esperando que algo cambie, sucumbiendo a la agonia.
Pero no lo sabes; deberías.