Movimiento revolucionario

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Ángel

Tres lunas llenas. Algo bueno pasará. O al menos eso espero. Ya han pasado varias horas desde que regresé a mi reino. Shen me aseguró que este sería el punto de encuentro, pero no veo a nadie del equipo. Espero que Damián haya comprendido el mensaje que le dejé en el collar. Si quiere evitar una guerra, la pieza clave de esta prueba es mi hermana, siempre ha tenido esa capacidad y esa dulzura de calmar hasta la criatura más ruda. Cuantas veces mi padre mi retaba porque había huido de casa y bastaba que ella llegara con su sonrisa y lo calmaba. Proyecta esa energía positiva, solo hay que saber conducir la situación de tal modo que su mensaje pueda llegar a todos en el reino, es el paso más sencillo para evitar la guerra.

Pasé por el roquerío recordando las antiguas caminatas por aquel lugar. Miré las estrellas y contemplé las lunas. Por alguna razón hay mucho olor a humo, se siente como si hubiese un gran incendio cerca de este lugar. Seis zumbidos pasaron sobre mi cabeza y se estrellaron contra el mar. Miré asombrada y escuché el rugido de una criatura que comenzó a alzarse desde lo más profundo. Sus ocho tentáculos se abalanzaron contra los seis zumbidos que trataban de golpearle. No recuerdo haber visto a una criatura así ni escuchado de ella.

El ataque de los seis zumbidos pareció tener efecto y uno de los tentáculos cayó muy cerca de mí. Mayor fue mi sorpresa cuando vi que este se derretía en una masa oscura y verdosa... zorou. A los pocos segundos uno de los zumbidos se estrelló cerca mío. Con dificultad se puso de pie, en sus manos poseía una lanza que producía electricidad. Los otros dos zumbidos se acercaron a ayudarle. Allí reconocí al líder de ese grupo: Rafael. El que cayó en primer lugar no pudo volver al combate, los dos daban lo mejor de sí.

Cuando solo Rafael quedó de pie, decidí unirme al combate. Entre los dos nos enfrentamos a la criatura. Hace tiempo que no disfrutaba tanto el volar, estábamos absolutamente sincronizados. Pese a no vernos en años y que no me recordara para nada, parece ser que la memoria del cuerpo seguía presente. Mientras luchábamos y hasta que derrotamos a la criatura de zorou, solo vi sonrisas en su rostro. Una vez derrotado y tocar tierra firme, su rostro se volvió absolutamente serio.

-Es la quinta criatura que derrotamos esta semana. Lo peor es que se están haciendo cada vez más fuertes- dijo uno de sus acompañantes. Deduje, por el lugar que nos encontrábamos, que esas criaturas eran producidas por el zorou que cayó en los mares tras el desastre de Barataria. Es necesario que los guardianes hagan prontamente para solucionar aquella situación.

Rafael movió su lanza y esta se redujo hasta poder guardarla en su bolsillo. Aquella tecnología no es de este reino. Luego, sacó una pequeña daga y la puso contra mi garganta. -¿Quién eres?- Tragué saliva, no supe qué responder. –¿Quién te enseñó a volar?-. Comprendí esa pregunta. Se dice que tú puedes identificar a la persona que te enseñó a volar pues quedan marcas de su estilo. La persona que me enseñó a volar fuiste tú, Rafael, pero no lo recuerdas, y no te lo puedo decir, pero con lo inteligente que siempre fuiste, de seguro te percataste que hay algo extraño.

-Una aliada.

-¿Quién te senseñó a volar? Son muy pocas, por no decir inexistentes las mujeres que pueden volar.

-Nadie. Aprendí viendo a los hombres hacerlo.

Sacó la daga de mi cuello y afirmó que nadie que volara de ese modo podía ser un enemigo, que alguien de la realeza no podría hacer esas maniobras. Le sonreí y le pregunté por qué decía que la realeza era el enemigo. Se presentó como el líder de la Revolución y se encargó, mientras comíamos, de hablarme de las razones de la revolución y su estrategia para derrocar a los Windsor. Fue como si nunca se hubiese olvidado de mí y mantuviese la confianza que logramos construir en esos lejanos días antes de que lo traicionara. Debe ser cierto lo que dicen, la memoria del cuerpo es más fuerte, aun cuando se borren los recuerdos, es como si el cuerpo siguiese recordando. Y esos recuerdos que quedaron resguardados quién sabe dónde, son los que se transformaron en la pieza clave del plan de Rafael.

Un nuevo orden mundial.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora