Hayden & Jill

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Shen

La prueba de Ángel consistía en obtener un huevo de dragón rojo, para lo cual debieron derrotar unas cuantas bestias.. Primero se enfrentaron a unos pájaros que les impedían subir la montaña hacia el nido del dragón. Él era un excelente pistolero, Ángel le cogió de ambos brazos y su compañero comenzó a volar, de repente se soltó un brazo, sacó su pistola y disparó ciegamente hacia atrás directo a las grotescas aves. Siguió de la misma forma mientras Ángel ascendía, ninguna de las balas que lanzó falló.

-Como en los viejos tiempos.

-Calla la boca.

-Nunca entendí por qué nos dejaste. Jill y tú eran muy buenas amigas-. Revisé mis apuntes. En sus primeros días formaron equipo, hasta el incidente por el cual decidieron tomar rumbos individuales.

-Si seguía con ustedes, sólo lograría que nos hiciéramos daño, ¡cuidado!

-Wow, eso estuvo cerca.

-Sin embargo, volviste a hacer equipo con él.

En la cima la cosa no fue muy distinta, el dragón se levantó para defender lo que era suyo, las balas dieron directamente, pero la piel del dragón rojo con manchas anaranjadas era muy dura y no logró llegar a sus órganos vitales. Ángel se elevó, Hayden se sujetó de los tobillos de la princesa, quien sacó sus aros y golpeó en la cabeza a la bestia, el dragón gruñó y Ángel le lanzó sus dos aros en el cuello, luego les ordenó que se apretaran, comenzando a asfixiar al dragón.

-Bonita vista- dijo Hayden, tras lo cual Ángel le golpeó con sus tobillos.

Tras acercarse a buscar el huevo, la bestia se liberó de los aros y pegó un coletazo a ambos aprendices, abrió su boca y una llamarada salió de ella. Ángel se puso delante, agitó sus alas provocando su ya famoso "Viento Huracanado".

-Y después me preguntan por qué me enamoré de ti- las llamas ganaron terreno tras esa afirmación que desconcentró a la princesa. –De nombre angelical, precioso cabello, un cuerpo tonificado, alas magnificas, frialdad en su mirada, prestigio de realeza. ¿Qué tuvo él que no tuviera yo?

-Deja de hablar tonteras y busca una forma de detener a este dragón.

-Primero haz de responderme, si no lo dos moriremos aquí, abrasados por las llamas de un dragón rojo.

-Te das cuenta, si seguíamos juntos terminaríamos haciéndonos daño. Jill tenía celos porque tú me querías. No tenía razón formar un equipo basado en los celos y la envidia-. Ángel observó la cadena, ya estaba decidido, rompería esa cadena y acabaría de una vez por todas con esta absurda rivalidad. La tercera regla tenía toda la razón, con el amor de pareja se involucra en la guerra, sólo puede causar confusión y división. Cortando esa cadena Damián tendría el camino libre para cumplir su sueño. El viento se arremolinó en su mano, girando rápidamente como una sierra, lentamente para que Hayden no se diera cuenta. Sin embargo, una mano sorpresiva la detuvo. –Jill, pero cómo, es imposible.

-Qué es imposible mi querida Ángel. Acaso no sabes del TeN o creías que fuese a llegar a esta fase del torneo. Cierto, éramos solo la compañía de la pareja de otro, los dos aprendices que se convertirían en guardianes y... sus dos compañeros.

-Nunca los vimos así...

-Calla, que la vida de la princesa depende de mí ahora.

-¿Por qué tanto odio, Jill?

-Odio, o no, la palabra odio no refleja lo que siento en estos momentos. Creo que no hay palabra que describa mi sensación. Te desprecio, miserable.

-Jill, no crees que estás siendo...

Un nuevo orden mundial.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora