𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟔

2K 201 98
                                    

Bien, tu puedes... Sal, no seas cobarde. Debes ser agradecida.

Llevaba más de cinco minutos debatiendome si debía salir al patio, si tal vez no era muy tonto lo que iba a hacer, mi mente imaginaba miles de escenarios donde él –posiblemente– me asesinaba sin piedad alguna, pero otra parte de mi me decía que debía agradecerle lo que ocurrió hace algunos días.

Es extraño, ya que lo espere por esos días para poder agradecerle, pero él simplemente no apareció. Y ahora que por fin está aquí ni siquiera soy capaz de salir a dar la cara.

Aprete mis puños y tome una bocana de aire antes de abrir la puerta.

El aire de mis pulmones se fue al instante al mirarlo, este estaba fumando, con la cabeza inclinada hacia abajo.

Intente no hacer ruido alguno, pero no fue necesario, este ya me estaba mirando de reojo, parecía como si no quisiera mostrarme su cara.

Se que es lo más tonto que haré en toda mi vida, pero espero valga la pena.

Me acerque a paso firme, y me detuve a tan solo un metro de él. Mordi mi labio inferior mientras intentaba relajarme.

— Gracias... — Mencione.

Todo en el ambiente era un intenso silencio, apesar de que apenas eran la cinco de la tarde.

Este no pareció inmutarse y solo siguió inhalando el tóxico humo.

— Si hay algo que pudiera hacer para agradecerte...

— Irte.

Me quedé helada, no recordaba aquella voz que por alguna razón me causo un pequeño escalofrío.

— Yo solo quería...

— Arruinar mi tarde, bien,lo lograste, ahora largo — hablo tajante.

Arrugue mi frente, complemente confundida, no entendía el porqué de su comportamiento. Su mirada se elevo un poco mostrando un poco de su pálido rostro, el cual al mirar apenas y pude disimular mi sorpresa.

— ¿Estas bien?.

Pregunte y me acerque para ver más de cerca su gran moretón en el ojo, este frunció los labios y tomó mi muñeca impidiendo que lo tocara.

Se levanto, tampoco recordaba lo alto ie era,y eso causo más miedo en mi ser. Mi corazón dio un vuelco al ver su moretón en el ojo, y su labio partido.

Mi respiración se agitó, tal vez por el miedo, o quizá porque no salía ninguna palabra de mi boca, como si me tuviera en su control.

— ¡Cariño, ya llegamos! — exclamó una voz familiar desde el interior de la casa, era mamá.

Él chico levantó la cabeza y me soltó, yo solo me aleje sin dejar de mirarlo y entre nuevamente a la casa, aun anonadada de lo que acababa de pasar.

—¿Vendrás a cenar? — pregunto mi madre.

Asentí — I–Iré en un segundo...

— Bien — alzó una ceja.

Esta se fue y me dejó de nuevo sola, mire hacia afuera, ya no estaba ahí.

¿Quien le habrá hecho eso?.




Me super imagine a Boris JFJAJ

El Patio || Finn Wolfhard y Tu || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora