CAPITULO 10

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Uno, dos, tres días habían pasado y no obtuve señales de Finn, estaba nerviosa ¿Y si le ocurrió algo?, ¿Y si aquel hombre le hizo algo?. No se que pueda estar pasando y me intriga saberlo...

Deje de morder mis uñas para escalar poco a poco la barda que separaba nuestras casas, al llegar hasta arriba me di cuenta de que la ventana estaba abierta, solo fue cuestión de segundos para ver a Finn, la sensación de alivio que sentí en ese momento se convirtió en angustia al ver su mejilla roja y apenas podía caminar.

- ¡¿Finn?! - exclamé al verlo de esa manera.

Este se detuvo de tomar agua y se giro con el seño fruncido en su rostro logro verme que estaba encima de aquella barda.

- ¿________? - su expresión fue de sorpresa total.

Fue entonces cuando mi equilibrio jugo en mi contra y termine cayendo en su patio de espaldas.

Carajo eso dolió, en serio dolió.

Termine por desmayarme al momento de querer alzar mi cabeza.

...

Abrí mis ojos lentamente, apenas y podía moverme, me dolía la espalda al igual que la cabeza, me queje. Un olor extraño me hizo volver a la realidad.

¿Olor a coco?.

Abrí los ojos y pude ver posters de bandas pegados en la pared, el lugar estaba ordenado, solo una camiseta tirada en el suelo, fue entonces cuando me di cuenta que no estaba en mi habitación. Ni siquiera sabía en donde estaba...

Finn.

Diablos, había olvidado que caí desde arriba de la barda al pasto de espaldas.

El pánico entro en mi y mire por abajo de las sábanas, aún tenía mi ropa y me sentía bien... Estaba bien.

Alguien abrió la puerta haciendo que me sobresaltara, frente a mi estaba Finn quién iba entrando a la habitación con algo de fruta en un plato.

Este al verme solo suspiro aliviado.

- Despertaste... - bufó - Creo que habías muerto.

Lo mire confundida - ¿Dónde estoy?.

- En mi habitación...

Me sobresalte - ¿T-Tu habitación?.

- Si, es lo que dije - se encogió de hombros - Te traje algo de fruta, has estado desmayada por una hora, pensé que tal vez tendrías hambre.

- No, me voy de aquí... - me levanté.

No lo conocía lo suficiente como para aceptar quedarme tranquilamente en su habitación comiendo un poco de fruta, debía salir de aquí.

Me levanté de la cama y este me tomo de los hombros tratando de tranquilizarme.

- Oye tranquila, acabas de caer de la barda y tal vez pudiste haberte lastimado algo...

Lo interrumpí - Créeme que si me hubiera lastimado, lo sabría - me puse mis zapatos e iba a salir pero el sonido de una puerta cerrandose con fuerza se escuchó por toda la habitación.

El semblante de Finn cambio, este volte a verme y miro a todos lados antes de decir en un susurro.

- Bajo la cama, ahora.





El Patio || Finn Wolfhard y Tu || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora