Emerald Feathers (Traducción) ✔️

Capitulo 1: Plumas rotas, ventanas y alas.

El fuerte timbre del reloj del abuelo hizo que la cabeza de Tom se levantara, distrayéndolo de su lectura.  Levantándose de la cómoda silla de cuero oscuro, estiró su cuerpo, disfrutando el sonido de huesos de su columna.  Sus alas se abrieron solas, las plumas rojo sangre abolladas por haber sido presionadas durante largos minutos.  Suspirando levemente, Tom agitó su mano hacia la taza de té negro a medio beber en la mesa de café, el té había estado frío durante algún tiempo, la taza desapareció rápidamente para regresar a las cocinas.

  Sus pasos eran tranquilos mientras caminaba hacia su armario de madera oscura en busca de una bata para poner encima de su atuendo casual.  Era justo la hora de la cena y era tradición de Hogwarts que todos cenáramos juntos, él, como director, ciertamente no podía faltar.  Al abrir la puerta del armario, Tom frunció el ceño, podría haber jurado que una de sus túnicas de color púrpura oscuro estaba en esa percha el día anterior.  Pensando que podría ser un simple error de los elfos domésticos, Tom rebuscó en las perchas, frunciendo el ceño cuando notó que faltaban varias prendas.

  Faltaban al menos tres conjuntos de túnicas, dos de las cuales eran sus favoritas y siempre las usaba.  No era posible que los elfos domésticos hubieran sido tan tontos como para perder varias de sus ropas.  Se inclinó hacia el armario, la suya entre la ropa colgada mientras rebuscaba.  Tom trató de reprimir su ira, era estúpido estar enojado por eso, después de todo, podía comprar docenas y cientos de ropa, pero estaba enojado, esa era su ropa.

  Captando un brillo colorido en medio de docenas de túnicas oscuras, Tom metió una de sus manos en el medio del armario, frunciendo el ceño cuando notó la suavidad de lo que estaba tocando.  Tirando de su brazo hacia él, los ojos de Tom se abrieron como platos cuando notó lo que sostenía su mano.

  Entre sus dedos había una pluma, pero no era una pluma propia que tal vez podría haberla perdido en su guardarropa.  Esa pluma tenía un increíblemente hermoso tono verde esmeralda, diferente a todo lo que Tom había visto antes.  Estaba tan fascinado por la lástima que sus movimientos estaban mal controlados mientras tomaba cualquier prenda del armario y se la ponía, cerrando la puerta de madera con el talón.

  Se tiró en la misma silla donde estaba antes, colocando sus alas en su espalda para que no lo molestara.  Tom recordaba vagamente haber tenido que ir a cenar al Gran Comedor, pero ¿quién podía culparlo realmente por eso?

  Hizo girar la pluma verde esmeralda entre sus dedos, casi hipnotizado por el hermoso color y la suavidad.  Y el olor, tan diferente, en todos sus años de vida nunca había conocido a nadie que oliera tan único y bueno.  Ninguno de sus seguidores, sus familias o estudiantes de Hogwarts tenían alas de ese color, y Tom también sabía que ninguno de ellos tendría el coraje de desafiar sus órdenes de nunca tomar sus cosas para usarlas como nidos.  Sabía que como líder, sería común que otros buscaran cosas que tuvieran su olor, después de todo eran sus instintos, pero a Tom le gustaba tener sus cosas solo para él.  No le gustaba compartir, y ciertamente no querría que usaran su ropa para estar cómodo.

  Entonces, no, quienquiera que estuviera robando su ropa no era uno de los suyos.  No podía culpar a quienquiera que fuera, era el más fuerte de su gente y su olor seguramente atraería a muchos pretendientes, pero Tom no era racional cuando se trataba de sus posesiones.

  Quería saber quién era el ladrón y castigarlo, claramente un extraño que no debería haber conocido sus reglas explícitas, pero eso no le impediría castigarlo.  Tom se levantó de su cama, ajustando su túnica, su mente giraba con planes para atrapar al ladrón de plumas esmeralda.  Aprovechando el bolsillo en la parte superior de su cuerpo, colocó la pluma sobre su pecho, el hermoso tono de la pluma contrastaba perfectamente con su túnica oscura.  Olía bien y Tom lo quería cerca.