Emerald Feathers (Traducción) ✔️

Capitulo 11: Monstruos, mentiras y necesidad

Hubo un largo período de silencio.  Las piernas de Tom estaban paralizadas en el suelo, el pánico creciente le impedía pensar.  Harry estaba tan paralizado como Tom, pero a diferencia de Tom, los ojos grandes y abiertos del niño recorrieron las partes del cuerpo de Tom donde la sangre manchaba su piel y su túnica.

Harry frunció el ceño, su expresión se volvió tan triste que Tom podría haber jurado que sintió una punzada de tristeza en el pecho.  Rápidamente devolvió ese sentimiento, sabiendo que no vendría ninguna acción de sentarse si era domesticado por sentimientos tontos.  "¿T-Tom?"  Harry lo llamó, tartamudeando, su voz no era más que un susurro que resonó a través de las mazmorras.

Tom quería responder, quería decir palabras que fueran puras mentiras, pero que aun así consolarían a Harry.  Pero no lo logró, porque cuando miró directamente a esos magníficos ojos verdes, sus ojos vagaron sobre las alas caídas de Harry, y recordó por qué estaba allí.

Alguien había lastimado las alas de Harry, casi como si hubiera intentado arrancarlas, ¿cómo podía explicarle a Harry que no se arrepentía de nada de lo que había hecho con Dumbledore, cuando el propio adolescente había sido torturado de manera similar?  Tom le había arrancado las alas a Dumbledore y luego las había quemado como si no valieran nada, esto frente a miles de personas, solo para demostrar que podía y que lo haría con quien quisiera.  Después de todo, si Tom pudiera arrancarle las alas al gran Albus Dumbledore, ¿quién le impediría hacer lo mismo con todas esas otras personas?

Sabía que en ese momento, en la mente de Harry, Tom no era más que un monstruo para Harry.  Idéntico a los que le hicieron daño.  Se preguntó si su rostro se estaba convirtiendo en el rostro del atacante de Harry, si en ese momento el chico estaba confundiendo el nombre de Tom con el de otra persona.  Incapaz de diferenciarlos, porque al final, ambos eran muy similares.

Pero había una gran diferencia, Tom nunca lastimaría a Harry, al menos no físicamente, pero ¿cómo iba a creer Harry eso?  ¿Cuándo guardaba Tom secretos como ese?

"Te seguí porque…" Harry tartamudeó de nuevo, su voz luciendo totalmente perdida.  El adolescente sacudió la cabeza confundido.  "¿Q-quién es... este?"

Tom no pensó antes de responder.  "Albus Dumbledore."  Dijo sin el disgusto que normalmente saldría de su voz, pero Tom no estaba pensando en cuánto odiaba al ex director en ese momento.

¿Estaba soñando o había realmente un brillo de reconocimiento en los ojos de Harry?  Fue tan rápido que probablemente fue solo una confusión mental de él.  Harry caminó lentamente hacia él, y Tom esperó en silencio por algo.  Tal vez un puñetazo, un escupitajo o tal vez solo palabras groseras.  Pero sabía que no podía salirse con la suya.  Ni siquiera sabía si intentaría defenderse.

Aunque.  Un pensamiento se le ocurrió en el mismo momento.  Él simplemente podría destruir a Harry.  Lleva al niño de regreso a su nido y finge que nunca sucedió.  Pero, ¿cuánto tiempo le tomaría a Harry volver a encontrar este lugar?  ¿Cuánto tiempo pasó antes de que Harry lo viera matando personalmente a alguien?  No podía pretender ser un líder bondadoso por mucho más tiempo.

"¿Qué hizo l-él?"  Preguntó el chico mientras se acercaba lentamente.  "¿Por qué él está aquí?"  Habló, sus ojos recorriendo las paredes de piedra cubiertas de moho.

Entonces, tal vez... "Él me lastimó".  Tom habló, recordando sus años en el orfanato fingiendo ser un niño inocente, y sus años en Hogwarts cuando era adolescente, cómo todos podían ser engañados por él.  Sus ojos oscuros brillaron con lágrimas no derramadas, bajando ligeramente la barbilla pero manteniendo el contacto visual con Harry.  Salazar, habían pasado años desde que Tom tuvo que fingir ser amable e inocente.

El chico parpadeó y se veía aún más preocupado que antes.  "¿Me gusta?"  Esta vez no tartamudeó, pero sus ojos aún mostraban dolor y desconfianza.

Tom suspiró y miró la pared detrás de Harry, como si le avergonzara decir eso.  "Ya te dije que fui estudiante en Hogwarts, ¿no?"  Sacudió la cabeza y cerró los ojos con dolor.  "Oh, Harry... antes de ir a Hogwarts, mi vida era tan... mala. Cuando llegué aquí, todo lo que quería era ser bienvenido. Me tomó un tiempo ir, pero podía manejar a los adolescentes. Pero  Dumbledore, Dumbledore nunca me vio como estudiante. Las miradas maliciosas de él todavía me atormentan cuando estoy solo ... "

Harry lo miro con tristeza, Tom no sabía si era por su historia, ya que el otro momento miro al charco ensangrentado que era el ex director.  "Esto es venganza".  Dijo el adolescente, y Tom solo asintió, luciendo avergonzado.

"No necesitas esto, Tom, no necesitas nada de esto…" dijo Harry, luciendo casi desilusionado.  Decepción.  Tom conocía muy bien ese sentimiento, así que ¿por qué parecía diez veces peor por parte de Harry?

No dijo nada más, solo se quedó allí, con el corazón latiéndole en el pecho, sus instintos alerta esperando un ataque directo.  Tom vio que cuando Harry se acercó a él, el chico parecía invocar una calidez alrededor de su cuerpo y, por alguna razón que no entendía, Tom anhelaba un toque cálido y reconfortante en ese momento.

Harry extendió la mano y suavemente tomó su mano entre sus dedos, Tom hizo una mueca ante el suave toque, casi olvidando dónde estaba y quién yacía prácticamente muerto sobre sus pies.  El adolescente sacó un trozo de tela desgarrado de su bolsillo y con la otra mano frotó con calma la mancha de sangre de la mano de Tom.

Todavía había una distancia considerable entre los dos, estaban más separados de lo que Tom podía recordar desde que Harry lo besó.  Y por la forma en que el adolescente tomó su mano vacilante, como si esperara un ataque de Tom, dudaba que Harry se acercara más que eso.  La sangre ya estaba seca en las manos de Tom, pero eso no detuvo a Harry de frotarse hasta que sus manos estuvieron rojas y amoratadas.

Cuando finalmente estuvieron limpios, Harry se alejó y arrojó el paño al suelo.  El chico retrocedió hasta que estuvo cerca de la salida de la celda, y volvió sus hermosos ojos verde esmeralda hacia Tom.  "No tienes que ser el monstruo que todos creen que eres".

Luego se dio la vuelta y Tom no hizo ningún movimiento para seguirlo.  Dejándolo parado en esa celda, la sensación de emoción hace mucho tiempo que abandonó su cuerpo.