Emerald Feathers (Traducción) ✔️

Capitulo 10: Halo, recuerdos y visitantes inesperados

Tom sostuvo la cadera de Harry mientras escuchaba vagamente lo que decía el adolescente.  Estaban en el campo de hierba y rodeados de árboles donde estaba el nido de Harry, con Tom acostado boca arriba en la hierba y Harry sentado sobre sus caderas, con una pierna a cada lado de él.  El sol brillaba detrás de Harry, con un halo alrededor de su cabello y en las hermosas plumas verde esmeralda.

  En ese momento, Harry se parecía más a un ángel que a un humano, y Tom estaba completamente hipnotizado.

  Desde su primer beso en Hogwarts, estaban mucho más unidos que antes.  Por lo general, era Harry quien iniciaba los besos y los toques sutiles, como una mano que rozaba suavemente sus dedos mientras caminaban uno al lado del otro, manos amorosas en sus alas y besos lánguidos que no llegaban a la segunda base.  Y, sorprendentemente, a Tom le encantó.  No estaba acostumbrado a que lo tocaran, tanto en su infancia y adolescencia poco afectuosa como en sus años más recientes donde sus seguidores nunca se atrevían a tocarlo.  Pero con Harry era diferente, a Tom le gustaba estar cerca del adolescente, la cálida sensación en su pecho cada vez que Harry se le acercaba como si quisiera confirmar sus sentimientos con el tacto.

  Sintió pequeños besos en su mejilla, bajando por su barbilla y nariz.  Tom sonrió casi inconscientemente, juntando sus manos sobre las estrechas caderas de Harry.  "No me estás prestando atención".  Harry murmuró, estirando sus pequeñas manos para acariciar el cabello oscuro de Tom.

  "Tal vez…" Murmuró, casi ronroneando cuando esas manos bajaron para acariciar sus alas.

  El chico encima de él se inclinó hasta que su cabeza descansó sobre la curva del cuello de Tom, sus alas verde esmeralda cayendo para cubrirlas como una manta.  Con Harry tan cerca de él, Tom podía oler el dulce olor del chico, tan fuerte y adictivo que sus instintos se sentían como animales salvajes dentro de él, locos por tomar al adolescente.  No pasaría mucho tiempo antes de que tuviera que hacer esto, Harry había creado un nuevo nido y probablemente todavía estaba recolectando objetos para su nido, si la desaparición de las cortinas en su habitación podría decir algo.  No pasaría mucho tiempo antes de que el nido estuviera completo y los instintos de Harry salieran a la luz.

  Tom no sabía por qué no se sentía tan ansioso por esto como cuando conoció al pajarito, ¿no era por eso por lo que se había acercado a Harry?  Para hacerlo tuyo y listo?  Entonces, ¿por qué se sentía vagamente culpable por pensar en ello?  Había un pensamiento que lo había estado inquietando desde su primer beso con el chico, ¿dejaría Harry los pequeños toques inocentes después de que Tom prácticamente lo hubiera violado…?

  ¿Cómo podía Tom hacer eso si eso significaba que Harry nunca lo miraría como lo hacía ahora?  ¿Que el adolescente no lo tocaría ni lo abrazaría de buena gana?  Pero si Tom no hiciera eso, entonces la primavera habría terminado, Harry no estaría conectado con nadie y podría alejarse, tal vez ir a áreas más cálidas donde podría encontrar una pareja dispuesta...

  Trató de no sacudir la cabeza con furia, no tenía sentido pensar en eso, al menos no ahora, cuando Harry estaba acurrucado encima de él.  Tom volvió la cara hacia un lado, justo cuando Harry levantó la cabeza ligeramente.

  Al encontrarse con los ojos verde esmeralda de Harry, Tom fácilmente entró en su mente.  No debería haberlo hecho, lo sabía muy bien, pero ese era un hábito que había adquirido desde sus últimos años como estudiante en Hogwarts cuando aprendió sobre Legeremancia.  Desde entonces lo había usado conscientemente con sus seguidores varias veces, buscando espías o aquellos que buscaban deserción o traición.

  La mente de Harry estaba confundida, una mezcla de recuerdos recientes con pensamientos mezclados y confusos.  Sin duda era la mente de un adolescente sin conocimientos de Oclumancia, un revoltijo de nuevos sentimientos y sensaciones.  Navegó sutilmente, nunca deseando causarle dolor a Harry, aunque sabía que este abuso de confianza podría lastimar al chico.  El sentimiento de culpa quedó atrás en su propia mente cuando encontró un espacio que estaba apartado y ligeramente protegido con escudos de Oclumancia.