Emerald Feathers (Traducción) ✔️

Capitulo 6: Gatos, toallas y piernas cruzadas

Tom despertó con suaves toques en su rostro.  Se puso de pie abruptamente, agarrando su varita de debajo de la almohada para que su cara golpeara con fuerza contra algo.  Solo tuvo un segundo para prestar atención al dolor punzante y sus ojos se volvieron negros momentáneamente antes de escuchar un doloroso gemido proveniente del suelo.

Con su varita en mano y su magia merodeando esporádicamente, Tom se puso de pie, sus ojos rojos se encontraron con unos hermosos ojos verde esmeralda que lo miraban con miedo.  Harry estaba sentado en el suelo, luciendo muy desconcertado mientras se agarraba los lados de la cabeza por el dolor.  Sus alas estaban abiertas a su alrededor, las plumas erizadas como si estuviera a punto de atacar.  Curiosamente, también había un gato anaranjado que parecía más una bola de pelo en su regazo.

  Tom solo tardó un segundo en comprender la situación antes de que lo superara una risa casi loca.  Se rió hasta que le dolió tanto el estómago como la cabeza, solo se detuvo cuando un pequeño cuerpo cayó en sus brazos, el pelaje se aferró automáticamente a su pijama.  "¿Quién es el acosador ahora, eh?"

  Harry estaba ordenando su ropa, acariciando un poco sus pantalones como si el piso de la habitación de Tom estuviera más sucio que el nido en el que vivía. El niño lo miró sombríamente pero Tom estaba más concentrado en evitar que el gato arañara su pijama de seda que en mirar.  a él.

  "¿Dónde estoy?"  preguntó Harry confundido, sus mejillas rojas mientras miraba de un lado a otro.

  Tom estaba tranquilamente complacido, Harry todavía estaba demasiado confundido por sus propios sentidos para darse cuenta de que a veces actuaba sin pensar.  Y aunque era muy extraño que lo observaran mientras dormía, estaba feliz de que Harry deseara cada vez más estar cerca.  "¿De verdad quieres hablar de eso? Creo que es más fácil para ti comenzar diciéndome de quién es este gato".  Evitó la pregunta, tomando la indirecta para hablar de otro tema.  Tom no podía arriesgarse a que Harry hiciera preguntas que no pudieran responderse.

  Bueno, siempre podía lanzar un hechizo de memoria, pero también tendría que lanzar un hechizo para los recuerdos falsos, y aunque tenía mucho talento en lo que respecta a las artes de la mente, Tom no quería arriesgarse a arruinar la memoria de Harry.  mente.  Así que era mucho más fácil evitar esta conversación.

  Harry parpadeó ante el cambio de tema antes de mirar al gato pelirrojo en los brazos de Tom y una sonrisa amistosa apareció en su rostro.  Avanzó hasta estar peligrosamente cerca de Tom y besó la cabeza peluda del gato.  En el mismo momento, un pensamiento ocurrió en la mente de Tom.  Los dos en el mismo escenario, en las habitaciones de Tom después de levantarse de la cama que comparten, Harry se inclina y besa la cabeza del bebé...

  ¿Qué?  Ese pensamiento trajo una mezcla de disgusto y un sentimiento posesivo que se alojó en su pecho.  Harry era una persona muy sentimental, nunca podría tener un hijo sabiendo que viviría lo suficiente para verlo crecer y morir.  No, él querría morir con su hijo o incluso antes.  Y Tom ciertamente nunca podría dejarlo hacer eso.  Harry se volvería inmortal como él, y si dependiera de Tom, el pajarito estaría a su lado para siempre.  Además, ciertamente no quería un bebé mocoso.

  Sacudiendo la cabeza para descartar esos pensamientos, se concentró en Harry, que estaba acurrucado detrás de las orejas del gato.  "¿No es lindo? ¿Crees que los gatos pueden vivir en los árboles?"

  Tom puso los ojos en blanco de buen humor.  "Harry, primero, tómalo" le tendió el gato con el ceño fruncido a Harry de nuevo, sacudiendo su pijama con sus manos "mucho mejor, ahora, ¿dónde encontraste a este gato?"

  Los ojos de Harry se apagaron por un segundo antes de que pareciera recordar.  "Yo venía aquí, creo que estaba en los jardines".

  "Bueno, sabes que hay varios estudiantes aquí, ¿verdad? Estudiantes que tienen gatos".  Dijo, pero si podía ser honesto, a Tom le habría importado poco que uno de sus estudiantes se quedara sin su mascota si eso significaba que Harry obtendría lo que quería.

  Una expresión triste apareció en el rostro del adolescente antes de que volviera a parecer convencido.  "Bueno", dijo, resueltamente como Tom, "el dueño no debería dejar a su gato suelto si no quiere que se lo roben".

  "Así que admites que lo robaste".  Dijo con malicia, apreciando cuando Harry se atragantó con sus palabras, sus mejillas se pusieron rojas de nuevo.  "Está bien, veo que al menos te vestiste antes de espiarme. Porque no te sientas a esperar para que podamos desayunar y te daré un recorrido por el castillo".

  No esperó una respuesta, solo para evitar que Harry rechazara su pedido.  Caminando apresuradamente hacia el baño, Tom se giró por última vez para poder mirar al adolescente.  "Te ves increíblemente hermosa con ese abrigo".  Si el chico se sonrojó de nuevo, ninguno de los dos comentó.

  Unos minutos más tarde, Tom salió del baño con una toalla envuelta alrededor de su cadera.  Harry, que estaba sentado en el borde de la cama, prácticamente saltó cuando sus ojos se centraron en el pecho pálido expuesto.  Mantuvo una sonrisa astuta, Tom bien podría haber llevado un bulto de ropa al baño, pero ¿por qué haría eso si podía meterse con las hormonas de un adolescente?

  Caminó hacia su armario, sintiendo los ojos verde esmeralda ardiendo en su espalda.  Su miembro dio un breve reconocimiento de dónde estaba precariamente cubierto por la toalla, su mente se fue a la cuneta con pensamientos de lo que podría hacer con el chico en esa misma cama.  Era un poco extraño estar tan emocionado por eso, estaba seguro de que incluso cuando era adolescente no había sentido tanta emoción.

  Abrió el primer cajón, recogiendo su ropa interior y tal vez levantando un poco las alas para que Harry tuviera una buena vista cuando se quitara la toalla de la cadera.  Hubo un sonido de asfixia desde atrás y el sonido bajo de la cama moviéndose.  La sonrisa astuta de Tom se hizo más grande.  Tardó mucho más de lo necesario en vestirse, quedándose buenos segundos totalmente desnudo y solo en calzoncillos cuando estaba en su túnica oscura ya separada.

  Tom se dio la vuelta unos minutos después, su rostro inexpresivo se convirtió en una falsa expresión de curiosidad cuando vio la forma casi dolorosa en que las piernas de Harry estaban cruzadas.  Caminando lentamente hacia el chico, extendió su mano derecha hasta que descansó entre las dos piernas de Harry.  Sus dedos presionaron entre la carne suave de los muslos del chico.  Manteniendo su mirada fija en los hermosos iris verdes que tenían las pupilas dilatadas, Tom agarró el muslo izquierdo de Harry con fuerza, descruzando las piernas del niño y dejándolas completamente abiertas a propósito.

  Sus ojos se posaron en la pequeña tienda de campaña en los pantalones de Harry, sus largos dedos se acercaron peligrosamente al lugar.  Estaba feliz de usar túnicas que cubrían su propia emoción.  Tom volvió sus ojos a los de Harry, apoyando su otra mano en la cama para inclinarse más cerca.  "No hay razón para estar avergonzado por esto, Harry, es una reacción natural de tu cuerpo".

  El chico no dijo nada, su aliento caliente contra la cara de Tom.  Sus dedos se deslizaron hasta que estuvieron contra la erección recubierta de Harry, presionó su pulgar, disfrutando el débil gemido que recibió en respuesta.  "Y ciertamente no deberías lastimarte por eso".  Tom mantuvo su voz baja, su dedo índice se deslizó hasta la parte inferior de los pantalones de Harry y regresó.  "¿Me prometes que no lo volverás a hacer?"

  No hubo respuesta, solo el sonido de los jadeos de Harry resonando por toda la habitación.  En represalia, Tom volvió a actuar con los dedos, presionando con fuerza el pulgar y deslizando el índice aún más cerca de ese punto.  Su cuerpo estaba presionado contra el de Harry, cuerpos calientes tan cerca que tuvo que controlar sus propias alas para no envolverlos a los dos en un abrazo.  "¿Lo prometes, mi hermoso pajarito?"

  Harry gimió, se atragantó, sus dedos se mordían furiosamente el labio inferior para evitar que sonara más fuerte.  "P-prometido".  Tartamudeó después de unos segundos.

  Tom se apartó en el mismo momento, dejando a Harry muy atónito y medio tirado en la cama.  Se arregló la túnica y buscó suciedad invisible en la tela, dando una pequeña mirada a donde el gato anaranjado yacía perezosamente sobre su almohada.  "Bueno, será mejor que nos vayamos ahora".

  Le tendió la mano al adolescente, quien parpadeó ante Tom con incredulidad antes de levantarse rápidamente y agarrar al gato dormido.  Tom retiró su mano levemente insultado, pero no dijo nada mientras Harry caminaba detrás de él hacia la puerta.

  Aparentemente, sostener a un feo gato pelirrojo era más importante que sostener su mano.