Capítulo 38 Mi para toda la eternidad

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―Buenos días, cariño.

La voz de Nacho cerca de mi cuello me hace sonreír, pero lo que más me emociona es sentirlo muy dentro de mí, moviendo sus caderas lentamente y tomándome de esa manera en que me encanta que lo haga.

―Uhmm, es un excelente día, sobre todo si lo despiertan a uno de esta manera tan deliciosa.

La mañana nos recibe, haciendo el amor y una vez más entregamos nuestra alma y nuestros sentimientos, sin ningún tipo de restricciones, ni reservas. Desde que estamos compartiendo nuestra vida, la relación se consolidad cada vez más. Lo amo con todas las fuerzas de mi corazón y todo en él me dice, que me ama con la misma intensidad.

―Cielo, ya debo marcharme.

Dejo los platos en el lavavajillas luego de terminar con nuestro desayuno y lo acompaño hasta la puerta, para despedirme de él, antes de que se vaya a su trabajo.

Durante estas dos semanas no quiso separarse de mí, estaba siendo sobreprotector y exagerado al respecto de mantenerme protegida, sin embargo, no me quejé de ello, porque nunca antes me habían prestado tanta atención y cuidados como él lo hacía, así que le permitir ser todo lo dulce y cariñoso que se le antojara.

―No quiero alejarme de ti, pelirroja, pero a este proyecto le he dedicado todo mi esfuerzo y he puesto todos mis conocimientos en él, así espero que nuestros clientes queden satisfechos con mi presentación.

Sé lo emocionado que está con su nuevo proyecto, así que le doy todo mi apoyo porque sus satisfacciones y logros, también forman parte de los míos.

―Ve, campeón y hazlos trizas ―le doy un beso profundo y apasionado―, sé que lo vas a lograr, eres un chico muy ingeniosos y eres todo mío.

Sonríe feliz y mientras me abraza con fuerza, me devuelve el beso con la misma intensidad.

―¿Qué hice para tener la dicha y la fortuna de tenerte a mi lado?

Rodeo su cuello y lo miro directamente a los ojos.

―Amarme con esa locura con la que la haces ―le respondo con el corazón en la mano―, hacerme sentir especial y muy importante, tratarme como si fuera lo más valioso que hay en tu vida.

Sonríe dulcemente y deja un pequeño beso en mis labios.

―¿Cómo no he de amarte, mi reina? ―me dice en ese tono dulce y hermoso, que hace que me derrita entre sus brazos―, si eres todo eso y mucho más... tú y mi hijo lo son todo para mí.

Me apretujo sobre su pecho y puedo oír su corazón palpitar aceleradamente, a la misma velocidad que también lo hace el mío.

―Te amo tanto, Nacho... nunca creí posible que alguien pudiera llegar a amarme de la manera en que tú lo haces.

Toma mi rostro entre sus manos y me obliga a mirarlo a los ojos.

―Porque ningún idiota llegó a descubrir, todo lo que yo pude ver, desde el primer día en que te conocí... y les agradezco que no se hayan dado cuenta de ello.

Me hace sonreír con sus locuras y nos volvemos a zambullir en un intenso beso que describe el momento especial que en este mismo instante estamos compartiendo. Su teléfono comienza a sonar, rompiendo súbitamente, con nuestra burbuja de amor.

»¡Joder! Deben estar a punto de volverse locos ―me dice consternado―, no quisiera marcharme y dejarte sola, pero no puedo faltar, sobre todo cuando el futuro de mi familia depende de este proyecto.

Estaba reacio a marcharme, tuve incluso que convencerlo de que lo hiciera. No quiero que sus sueños se vean afectados por el temor que le produce, pensar que su trabajo se interponga entre nosotros. Así que le hice comprender, que nada en este mundo podría separarme de él y que estaba orgullosa de lo que hacía y entendía bien, que su trabajo era parte de nuestras vidas.

Embarazada por EquivocaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora