más caliente que el fuego (3-2)

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Eventualmente el paso duro y firme de fliqpy se calmó y le soltó la muñeca con molestia rozando sus dedos como si se tratara de un accidente.

Estaban caminando pacíficamente en la calle junto con los otros 3 amigos de fliqpy hablando de cosas que no le importaba entender.

Durante esos momentos no se dedicó a mirarlos, solo veía las calles y las casas pintadas de tonos pastel agradables y decoradas con macetas con bellas flores dentro, si no estuviera tan nervioso posiblemente hubiera corrido a una en particular que tenía vividos colores y formas únicas pensando, por un pequeño segundo, que se trataban dr caramelos en un cesto.

Entonces se detuvieron frente a una linda casa llena de flores azules y verdes en el jardín frontal y decorando las ventanas, pensaba que la casa del oso sería más sombría y desagradable pero aparentemente sus padres eran amantes de los colores fuertes, esto solo consiguió que su boca se haga agua pensando en todos los dulces con esos colores y formas, casi llegando a confundirlo con una casa de jengibre.

Fliqpy entró prácticamente pateando la puerta con rabia, se escuchó algo caer en la cocina que deducía era vidrio seguido de un grito femenino pero al oso no le importó y guio a sus amigos a una puerta de robre oscuro pegada a las gradas, al abrirla se dio cuenta que se dirigía al sótano, ok definitivamente lo violarían y luego despellejarían si entraba ahí necesitaba salir de la casa antes de que lo arrastren al infierno.

Se dio la vuelta disimuladamente caminando a la dirección contraria aprovechando que estaban hablando pero entonces fue detenido por una mano fuerte con garras afiladas que lo sostenía de la muñeca, lo que sintió después fue el pecho fuerte del oso contra su espalda y su mano libre frotando su cadera, el aliento de fliqpy era cálido sobre su sensible oreja arrancándole un agradable escalofrío, no se había dado cuenta que estaba jadeando hasta que la mano del oso viajó de su cadera a su labio inferior trazando las curvas suavemente.

fliqpy- ¿Dónde crees que vas? te dije que vendrías con nosotros te guste o no- su voz era suave y gruesa como el agua contra su oído causando que se sonroje ligeramente, sintió los fuertes brazos del oso abrazar su pecho y prácticamente arrastrarlo al sótano, no quería luchar, no quería despegarse de aquellos cálidos y fuertes brazos que lo hacían sentir tan bien, inclusive cuando llegaron al piso inferior y fue depositado suavemente en un puf azul oscuro siguió soñando despierto con ese agradable calor inclusive sintiendo brevemente como le besaban la parte trasera de la oreja, a estas alturas no sabía si era real o pura imaginación.

Lo que pasó después escapa de su entendimiento, el grupo de chicos sacó varias latas de cerveza del frigobar del piso poniéndolas en el centro, se sentaron en los pufs restantes y luego fliqpy puso música en los parlantes y comenzaron a beber mientras reían, en ningún momento le ofrecieron una lata, en vez de eso el oso le pasó una malteada que tenía refrigerada llena de chocolate y crema ¿estará envenenado? ¿tenía algo para que se quede dormido y luego puedan abusarlo? sea lo que sea no podía negar que olía a cielo ¡al demonio con esto! si iban a destrozarlo al menos tenía derecho a disfrutar esta endemoniada malteada.

Comenzó a beberla, sabía realmente bien, vainilla y chocolate negro, era sorprendente como los 2 sabores tan opuestos podían combinarse para crear algo tan delicioso, su mente comenzó a volar entre los sabores, las voces de los chicos desaparecieron por un segundo.

No existe mejor droga que el azúcar para quemas las emociones y preocupaciones, lastima que no sea un sedante permanente. Cuando abrió los ojos los presentes seguían bebiendo casi sin notar su presencia ¿será posible que esto haya sido planificado por el oso? si iban a hacer algo prefería que fuera ahora, la espera lo estaba matando.

Nutty- bien gracias por arrastrarme y todo pero ¿Qué es esto realmente? ¿acaso me quieren violar o algo?- los amigos de fliqpy lo miraron un segundo con una fingida sorpresa para luego comenzar a reír alocadamente, esto solo logró confundirlo peor.

Lo Hago Por AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora