Capitulo I.
La casa Ishikawa se encontraba en un alboroto total pues la mujer más codiciada de aquel lugar se encontraba a punto de dar a luz a un bebé el cual nadie de ahí esperaba feliz.
Ishikawa se encontraba en el barrio más bajo del distrito rojo y ahí solo acudía gente marginada que no podía ni siquiera mantenerse ellos mismos, el precio de las mujeres ahí era ridículamente bajo, eran menospreciadas a un nivel tan descarado que aquella casa era la burla del lugar.
Yamada Misaki. Aquella mujer se había convertido en la desgracia de aquel lugar pues se había embarazado de un cliente que le había prometido casarse con ella pero este nunca volvió. Lo único que pensaba la dama era en que aquella criatura le había arruinado su vida, su rango y su cuerpo.
-Misaki...Misaki. Respira ya casi- indicaba aquella partera que le atendía.
-Ya sácalo por favor.....¿Cuánto más tengo que sufrir por este engendro?-
-Misaki es una belleza! - Grito la partera que recibía aquella bebé.Sus ojos eran adornados con unas grandes y oscuras pestañas onduladas, su cabello era de un negro más intenso que la noche y podía decirse que cuando creciera su cabello tendría rizos, sus ojos permanecían cerrados y sus mejillas eran adornadas de un rosa intenso para aquella palida pero bella piel.
-No me interesa, no la quiero... No la quiero! - su berrinche sorprendió a la partera que aún sostenía a la bebé.
-Debes alimentarla-
-Yo no pienso alimentarla. Mira lo que me hizo! Arruinó mi belleza! Imagínate lo que le hará a mis bellos pechos- lloriqueaba aquella mujer y la pequeña comenzó a llorar.
-Ella no se va callar hasta que coma Misaki-
-En aquellos cajones le he dejado suplementos y unos biberones.... Ese demonio no es mío.-Los años pasaban y las damas de la casa Ishikawa se habían encariñado con la niña, más que nada por su belleza. Ellas creían que su futuro era prometedor y tenían toda la seguridad de que la niña se convertiría en una Oiran muy famosa. Con solo 3 años la niña no contaba con algún nombre y solo era llamada "la niña Yamada", descaradamente algunos hombres esperaban con ansias que la niña se convirtiera en una trabajadora más. Era enfermizo tan solo pensarlo.
-Yamada....-
-Abuelita!- gritó la niña emocionada, la partera que la había traído al mundo núnca había perdido contacto con ella pues aquella bebé desde el momento que llegó le había dado una gran tristeza y lástima.
-Te he traído este kimono, lo he hecho con mis propias manos- sonrió aquella vieja.
-Wow.... Soy una princesa!!- gritaba con emoción la niña sin nombre que se había probado el Kimono azul con negro.
-Te queda perfecto Yamada! Te ves radiante! Y brillas más que nadie aquí!
Eres tan bella por dentro y por fuera- sonreía mientras le acariciaba la mejilla a la ojo azul sin nombre.
-Te quiero abuelita-
-Akira.....Yamada Akira será tu nombre.... - susurró.
-¿Mi nombre?-
-Todo mundo tiene uno.... Eres la única persona que conozco que no lo tiene - sonrió.
-Me gusta abuelita- los ojos de aquella niña brillaban como su nombre. Estaba feliz.Dos años más llegaron y Misaki Yamada harta de su hija pensó en ofrecerla a la casa Ishikawa pero como si el mundo supiera, las casas más importantes del distrito habían escuchado hablar de aquella infante con una belleza inigualable y comenzaron a llegarle a la señora Yamada las mejores ofertas.
-Prepara tus cosas niña-
-¿Saldremos de paseo mami?-
-Te he vendido.... No eres más problema mío. Gracias al cielo- dijo con desprecio.
Las palabras de su madre habían herido su pequeño corazón... A pesar de no haber contado con algún tipo de afecto de su parte el hecho de venderla para deshacerse de ella era algo que núnca se hubiera imaginado.Akira llegó a la casa Ogimoto con sus ojos llenos de lágrimas, en ningún momento se opuso a su madre pero esperaba que la vieja a la que solía llamar abuela hubiera llegado a su rescate.
-Vaya! Pero que belleza este angelito! ¿Cómo te llamas niña?- decía la dueña de aquel lugar.
Lo pensó por unos segundos pues la única que le llamaba por su nombre era la vieja partera, para todos los demás era la niña Yamada.
-A...Akira.....Y..Yamada Akira- contestó entre sollozos.
-Cariño no llores.... Aquí te irá muy bien! Tu belleza costará montones de dinero! ¡Bienvenida al Distrito Rojo!- gritaba mientras reía.
Akira se había convertido nada más y nada menos que en un objeto costoso de la casa Ogimoto..
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Hola!
Les dejo la introducción a este pequeño primer fic de Kimetsu que hago. Espero les guste!Quiero aclarar que muchas cosas serán diferentes al manga para poder adaptarse a la historia y obviamente va contener spoilers!.
Comenten que tal les va pareciendo y estoy abierta a cualquier opinión para mejorarla!
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Nuestro Sonido. (Uzui Tengen)
FanfictionAkira Yamada, una protegida de la familia Ubuyashiki que fue encontrada en el bosque después de que la niña hubiera escapado del distrito rojo. Provenía de una familia muy pobre que aprovechó la profunda belleza de Akira para venderla al mejor posto...