Desesperación.

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James y yo estuvimos abrazados un buen rato. Para qué voy a mentir, me gustaba esa sensación. Me sentía protegida con él. Sentía que nada me podría hacer daño y que tenía toda mi vida resuelta junto a él. Pero como cualquier sentimiento positivo que suelo tener, era mentira. James me separó un poco y me besó. Me gustó el beso. Vaya si me gustó. Me dejé llevar por lo que sentía y me olvidé por completo de el duelo que tenía dentro de mí. Pero paré. Abrí de golpe los ojos, me separé de James y empecé a correr hasta la casa de los chicos. Entré y estaban Kirk y Lars en el salón. Ambos me miraron preocupados porque entré corriendo y casi llorando.

-Laura. -Dije hiperventilando. -Necesito a Laura.

Kirk y Lars se miraron confusos. Lars se acercó a mí y me puso las manos en los hombros.

-Carmen, tranquila. -Dijo preocupado. -Laura se fue hace un rato con Jason y dijeron que volverían en un rato. Creo que se fueron a nuestra casa. Pero puedes contarme a mí lo que te pasa, ¿no?

Negué rápidamente con la cabeza y me fui corriendo a mi casa. En el camino me caí un par de veces. Estaba empezando a volverme loca y no entendía lo que me pasaba. Abrí la puerta y la cerré con un golpe seco.

-¡Laura! -Grité histérica. -Laura, no puedo más.

Me tiré al suelo y empecé a llorar. Laura bajó corriendo las escaleras y me abrazó. Jason bajó detrás con cara de preocupación.

-Carmen, tranquila. Cuéntame qué ha pasado. -Dijo Laura acariciándome el pelo.

Me levanté y me senté en el sofá con Laura y Jason. Les conté todo lo que me llevaba pasando desde que volví de mi luna de miel. Jason ponía caras de incredulidad y no entendía muchas de las cosas que contaba. Por otro lado, Laura asentía y escuchaba atentamente. Cuando acabé de contarle lo de hoy, se quedaron los dos sin palabras. Yo empecé a llorar otra vez.

-Soy horrible. -Sollocé.

-Ey, no. Tú no eres horrible. -Dijo Laura intentando tranquilizarme.

-No, el horrible es James. -Dijo Jason enfadado. -Al parecer es un cabronazo con todos y estoy harto de que nos lo haga pasar mal.

Laura y yo miramos a Jason sin entender lo que decía. Jason nos miró y negó con la cabeza. Escuchamos unos golpes fuera que nos desviaron de la conversación, pero pararon y yo volví a hablar del tema.

-¿Y qué puedo hacer? -Dije.

-Matarle. -Dijo Jason de broma.

Laura y yo reímos.

-No le hagas caso. Deberías dejar de ver a James y centrarte en tu matrimonio. Salid juntos por ahí y esas cosas. -Dijo Laura.

Sonreí y les di las gracias a los dos. Me lavé la cara, respiré profundo y abrí la puerta para irme.

-Siento la interrupción, chicos. -Dije guiñando un ojo.

Laura y Jason se rieron y yo les respondí lanzándoles un beso. Cerré la puerta y me fui a buscar a Lars, pero nada más salir a la calle le vi sentado. Me senté a su lado y vi que tenía sangre en los puños.

-Lars, ¿qué ha pasado? -Dije preocupada.

Lars me miró de reojo y resopló.

-Así que James otra vez. -Dijo furioso.

Mi mundo se paró por un momento. Lars había escuchado lo que había contado. Los golpes que escuché eran sus puñetazos a la pared.

-Lars, lo siento, de verdad. -Dije desesperada.

-¿Y eso de qué sirve? Me has engañado dos veces. La primera vez te perdoné, pero no puedo perdonarte una segunda vez. ¡Y además con James otra vez! ¿Pero yo qué cojones he hecho para merecer esto, Carmen? ¡¿Qué he hecho?!

Me quedé callada. Lars tenía razón, era la segunda vez que le engañaba con James y ya no tenía perdón. Me levanté y le miré.

-Sé que la he cagado y que no merezco que me perdones, pero quiero arreglar lo que he hecho. No digo que me perdones, pero sí que me des una última oportunidad para...

-Una última oportunidad para follarte a James, ¿no? -Me interrumpió.

-No, Lars. Para compensarte por lo que he hecho.

-No puedes. No hay forma de compensarlo.

Lars se levantó, me miró con odio y se fue. Yo me quedé de pie mirando cómo se alejaba. Y en ese preciso instante comprendí lo que sentía y que ya era demasiado tarde. No quería a James, le quería a él. Y en ese preciso instante en el que desapareció de mi vista, comprendí que lo había perdido todo; me di cuenta de que había perdido al amor de mi vida.

Ride the lightningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora