Y ahora Miller

Capítulo 6

Lunes

—Para mañana quiero que hagáis los ejercicios de la página 25 —dijo la profesora de matemáticas—. Quien no los haga, se quedará después de clase haciendo ejercicios hasta que se le duerma la mano.

El timbre sonó y todos empezamos a recoger.

—¿Ya le has visto? —me preguntó Giselle.

—Todavía no. —Guardé el libro en la mochila y luego el estuche.

—¿En toda la mañana no te has cruzado con él? —me preguntó esta vez Brittany.

—Ya os he dicho que no. —Cerré la mochila y me la puse en el hombro. Levanté la mirada y vi que no me dejaban de mirar—. ¿Qué?

—¿Seguro que no nos estás mintiendo? —insistió Brit.

—Por qué os iba a mentir?

—Porque eres así —respondió Gis acercándose a mí—. Tarde o temprano lo sabremos.

—Y esa es una de las razones por la que no os miento.

Las esquivé y salí de clase.

—Tiene razón —escuché a Brittany susurrarle a Giselle—. ¿No ves que ya lo sabríamos todo?

Una pequeña sonrisa apareció en mis labios y seguí andando hasta llegar a mi taquilla.

—Sería gracioso que te hubiese buscado durante toda la mañana. —Brit abrió su taquilla y guardó su bolso dentro—. Eso sería romántico.

—¿Romántico? Eso sería acoso —le corrigió Gis—. Char estaría agobiada.

—¿Podemos cambiar de tema? —sugerí, pero me ignoraron.

—Eres una exagerada, Giselle. Seguro que te encantaría tener a Trevor todo el día persiguiéndote.

—¿Es que no lo hace ya?

—Ni en tus sueños, bonita. —Brit apartó la mirada de Giselle—. Mira, por ahí viene. —Giselle se giró rápidamente y Brittany empezó a reírse—. Lo que yo decía.

—Te estás pasando —contestó enfadada.

—¿Queréis dejarlo ya? —Cerré mi taquilla y las miré—. Parecéis niñas pequeñas.

—Y tú date la vuelta que por ahí viene tu cita del viernes —nos susurró Brittany.

Me giré y vi a Dylan viniendo hacia mí con su amigo Sam.

—Y por el otro lado viene su amante secreto —susurró Giselle.

Giré la cabeza hacia el otro lado y vi a Derek con Joe y mi hermano.

—¿En serio, Giselle? —Se encogió de hombros sin poder borrar la sonrisa de sus labios—. ¿No puedo tener un día tranquilo?

Se pararon delante de mí y Derek y Dylan se miraron fijamente.

—Esto es muy extraño —murmuró Brit.

—Miller.

—Coleman.

—Hoy es un buen día, ¿no crees?

—Y que lo digas.

—¿Querías algo? —le preguntó dando un paso hacia él.

Derek giró la cabeza y me miró.

—No, solo iba a buscar a mi novia. —Volvió a mirar a Dylan y pasó por su lado sin decir nada más.

Noté una punzada en mi corazón, pero intenté mantenerme serena. Dylan me miró y esbozó una sonrisa.

—Hoy estás muy guapa, Charlotte.