𝙎𝙬𝙚𝙚𝙩𝙞𝙚

«7»

- ¿Segura? -
- ¿Hablas enserio? ¿Segura que no quieres pasar tu cumpleaños con tu Padre y tu abuela? - Preguntó Jeffrey confuso.
- Quiero ir con ustedes ¿cuántas veces más tengo que decirlo? - Dijo con un tono serio.
- Está bien niñita, pero ¿por qué quieres ir? - Preguntó Bill.
- Sólo quiero verlos tocar, quiero pasar tiempo con ustedes -
- Pero siempre estás con nosotros - Habló Jeffrey.
- Lo admito, me gusta pasar tiempo con ustedes - Dijo apartando su mirada de Jeffrey y dirigiendola a Bill.

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- ¡Demonios! ¡Idiotas! ¡No quiero volver a verlos en mi vida! - Gritaba Bill con furia en sus palabras.
- Deja de enfadarte - Añadió Jeffrey quién siempre sabía conservar la calma.
- ¡Son estúpidos! ¡Logran sacarme de mis casillas! ¡No quiero seguir con esto! - Dijo Bill en gritos de furia.
- William - Trató de calmarlo Jeffrey.
- ¡Déjame! - Parecía haberse olvidado por completo de la presencia de Keys, hasta que giró su cabeza y se topo con sus ojos mirándolo. - Llevá a Keys a casa Jeffrey - Volvió a mirar a Jeffrey.
- Pero Bill... - Se quejó Keys.
- ¡A casa! - Gritó - No quiero arruinar el cumpleaños de ninguno de los dos - Después de esas palabras se marchó.

- ¿A dónde va? - Dijo Keys que miraba atrás tratando de buscar a Bill entré la obscuridad.
- A desquitar su furia -
- ¿Por qué Bill está molesto? -
- Digamos, él es muy explosivo, cuando los chicos de la banda hacen algo que le molesta, explota. Da igual, más tarde se olvidará del porque estaba molesto - Continúo caminando. - No volverá ahora, date prisa - Dijo Jeffrey al ver que Keys se quedaba atrás esperando el regreso de Bill.
- Jeffr - Dijo corriendo hasta donde él.
- ¿Qué? -
- Feliz cumpleaños - Sonrió mientras lo abrazaba.
- Oye, en verdad creí que nadie lo iba a recordar -
- Yo lo recordé -
- Y gracias por eso. ¿Sabes? Te considero mi hermana, mi pequeña hermana - Revolvió sus cabellos. - Feliz cumpleaños niña -
- Gracias Jeff -

Jeffrey llevó a Keys hasta su casa, cuando finalmente estuvieron ahí Jeffrey se despidió.

- Anda, ve y pásala increíble con tu abuela - Soltó la mano de Keys.
- Gracias Jeffrey, te veo mañana - Antes de alejarse le dió otro abrazo.

- ¡Keys! - Dijo su abuela en cuanto la vió pasar. - ¿Dónde estuviste? -
- Con los chicos -
- ¿A tan altas horas de la noche? -
- Papá me deja -
- Keys, ahora que yo esté aquí habrá nuevas reglas, hoy te haces mayor, se supone que debes obedecer -
- ¿Reglas? ¡No! - Se quejó haciendo una expresión molesta.
- Sí, y la primera regla es estar en casa antes de las seis -
- Pero las seis aún es muy temprano - Volvió a quejarse.
- Las reglas son para cuidarte, no es adecuado que una niña esté afuera tan tarde, otra regla, sólo puedes salir en está calle, no más lejos de la manzana -
- ¡No! -
- Keys, por favor -
- Bien - Dijo sin estar convencida.
- Vamos a esperar a tu Padre para cenar y festejar tu cumpleaños -

- Abu -
- ¿Si? -
- Quiero llamarla -
- ¿A quien? -
- A mi Madre -
- ¡No! ¡No! ¡No puedes llamarla! -
- ¿Por qué? - Ella no entendía el porque todo el Mundo le negaba que ella pudiera tener contacto con su Madre.
- ¡Por qué no! -
- ¿Por qué siempre me niegan todo? ¿Por qué me lo ocultan? - Ahora era lo único que quería descubrir la verdad, la verdad sobre su Madre.
- Tú no deberías de saber eso - Dijo su abuela mirándola cómo si se tratará de un pequeño bebé indefenso, aunque de cierta manera lo era.
- ¿Por qué no puedo saberlo? Es mi Madre, es parte de mi vida -
- No es parte de tu vida -
- A ¿no? -
- ¡No porque ella se fue antes de que tú estuvieras consiente, antes de que pudieras recordar algo! - Entonces su abuela comenzó a llorar.

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- ¡Papi! - Decía ella buscando la atención de su Padre. - ¡Papá! - Volvió a llamarlo.
- ¡Estoy al teléfono! - Dijo mirándola molesto.
- Pero es mi cumpleaños -
- Tus regalos están en la mesa - Rodó sus ojos aún sin prestar atención.

Su abuela seguía en llanto, su casa para esos momentos tenía un ambiente bastante tenso, todos parecian ocupados, todos se habían olvidado de ella.
Una sensación la lleno, sentía que quería estar lejos.
En silencio salió de su casa para perderse en la obscuridad de Lafayette.

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-  Oye, viniste - Sonrió al verla - Sabía que vendrías -
- Yo sabía que estarías aquí -

To be continued...